Por Ricardo Hernández
Cancún.- Las reglas para el cuidado de las tortugas, relativo a la limpieza del sargazo en las playas, han aumentado gracias a la reforma de los lineamientos del tratamiento integral de esta macroalga, recientemente publicados por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Desde ahora, el aseo en los campamentos y zonas de anidación se presume más estricto que cuatro años atrás, cuando se publicaron los primeros estatutos.
“En zonas prioritarias para la anidación de tortugas marinas, en las determinadas previamente como playa índice, no se podrá utilizar ningún tipo de maquinaria, haciéndose manualmente cualquier actividad de remoción del sargazo, y respetando la vegetación y morfología existente”, se lee en el documento.
Indica que tampoco se podrá emplear maquinaria pesada (bulldozer, dragas, tractores, etc.) en áreas de anidación, de acuerdo a los mapas de ubicación de los campamentos registrados y/o conocidos para los estados de Yucatán, Quintana Roo y Campeche.
Además, en playas de anidación con campamento tortuguero, se debe considerar que la protección de nidadas puede realizarse in situ, o ex situ.
Sin embargo, para Rosa Rodríguez, investigadora del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a los lineamientos le falta especificar los lugares por los que puede ingresar la maquinaria que limpiará las costas.
“En el 2015 habíamos marcado los puntos de acceso para evitar daños a los campos tortugueros y en este no los veo”, expresó la académica.
En el documento se indican los posibles usos del sargazo con miras a su aprovechamiento y utilización industrial, aunque reconoce que hacen falta estudios que constaten sus propiedades, como el de contenido de salinidad. Esta información es fundamental para confirmar o no, la posibilidad de usar la macroalga para producir composta.
“Si hay una alta concentración de salinidad, no podrá ser utilizado para tal fin, ya que esta característica inhibe los procesos de descomposición de la materia orgánica”, añaden.
Otra de sus potencialidades es la relativa al poder calorífico, superior e inferior; saberlo será de suma utilidad para descartar o confirmar la opción de utilizarlo como combustible en un incinerador para la producción de energía.
“Para tomar en serio esta posibilidad, es necesario que se alcance un poder calorífico inferior, mayor a dos mil 500 kilocalorías por kilogramo de sargazo”