Rocas con musgo y peces en la costa.
Las aguas residuales provenientes de hoteles, áreas residenciales, colonias irregulares y fertilizantes agrícolas se filtran al subsuelo y finalmente llegan al mar. Credit: Freepik.

La problemática de las descargas de aguas residuales en Quintana Roo continúa afectando gravemente los ecosistemas marinos, a pesar de las estrategias implementadas para su tratamiento.

Las aguas residuales provenientes de hoteles, áreas residenciales, colonias irregulares y fertilizantes agrícolas se filtran al subsuelo y finalmente llegan al mar, causando daños significativos en los arrecifes.

Se requiere un nuevo estudio

Juan Pablo D’Olivo Cordero, investigador titular de la UNAM en la Unidad Académica de Sistemas Arrecifales, señaló la necesidad de realizar un nuevo estudio sobre los cambios de nutrientes y otros contaminantes en el agua.

Estos elementos favorecen la aparición de enfermedades en los corales.

Según el investigador, Quintana Roo ha sufrido un impacto considerable en sus arrecifes, principalmente por la presión directa de actividades turísticas acuáticas.

A ello se suman el calentamiento del agua, sargazo y la competencia de algas con los corales.

Factores que afectan los arrecifes

D’Olivo Cordero subrayó que los problemas que afectan a los corales van desde la acidificación de los océanos hasta la contaminación por desechos humanos, que altera elementos críticos como el nitrógeno y el fosfato.

Estos cambios pueden provocar el blanqueamiento de los corales, una situación que ha afectado gravemente a los arrecifes desde el sur de Cancún hasta Puerto Morelos, donde se ha observado una alta tasa de mortalidad.

Aunque la recuperación de los arrecifes depende de las acciones que se tomen, la contaminación se puede reducir mediante un manejo más efectivo de las aguas residuales.

El investigador hizo hincapié en que la contaminación no controlada es uno de los problemas más graves que enfrentan los corales en la región.

Perspectivas de recuperación

Este año, las temperaturas del mar han disminuido ligeramente, lo que ha evitado nuevos episodios de blanqueamiento en la región del Caribe, a diferencia de lo que ha ocurrido en el Indo Pacífico.

Sin embargo, la recuperación de los arrecifes depende en gran medida de la implementación de medidas eficaces para el manejo de contaminantes y la reducción de presiones locales y globales sobre estos ecosistemas.

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