Por Daniela Wachauf
CANCÚN, Q. Roo.- Un estudio efectuado por diversas instituciones y la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar), determinó que el sargazo no afecta la salud, ya que no presenta lixiviados agresivos o dañinos para el medio ambiente terrestre.

En aguas costeras, los resultados de nutrientes no indicaron concentraciones elevadas que señalen un proceso de contaminación, por lo que se consideran adecuadas para uso recreativo y contacto primario.

En el océano los resultados preliminares en las comunidades planctónicas reflejan la condición de baja productividad características del mar Caribe; los parámetros físico-químicos se encuentran dentro de los rangos característicos en la época de verano para el Caribe Mexicano.

HERRAMIENTA VANGUARDISTA

La Dirección General de Oceanografía, Hidrografía y Meteorología de la Semar, junto con personal de investigadores y técnicos, así como personal del Instituto de Investigaciones Oceanológicas de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) mantienen una fase de prueba del instrumento llamado boyas de deriva.

Su utilización ayuda a ubicar e identificar la trayectoria de las agregaciones de sargazo, tienen un diseño compacto y ligero que permite liberarlas de forma muy simple.

Estas boyas cuentan con telemetría inteligente, lo que permite enviar su posición geográfica vía satélite gracias a sus componentes resistentes y fotoceldas, las cuales mantienen alimentado este instrumento con autonomía sustentable durante varios meses.

Liberarlas en una gran agrupación de sargazo, en puntos estratégicamente ubicados, permitirá acompañar en su trayectoria las agregaciones del alga y poder determinar su comportamiento a futuro en las corrientes marinas del Caribe.

ESFUERZOS

Personal naval, en conjunto con otras instituciones, trabajan en estudios para encontrar una solución que permita combatir este fenómeno.

La Semar resaltó que trabajan en la realización de experimentos de secado de sargazo para definir si es factible su aprovechamiento e industrialización.

También establecieron ocho estaciones de muestreo para determinar temperatura, PH, OD, salinidad y sólidos disueltos totales in situ; se recolectaron muestras para identificar bacterias enterococos y coliformes fecales, así como nutrientes como nitratos, nitritos ortofosfatos y amonio) y la demanda bioquímica de oxígeno.

“Todo lo anterior, mediante un monitoreo en la zona infralitoral de la línea de costa y un crucero oceanográfico en mar abierto. Los resultados de análisis de laboratorio indican que no tiene arsénico ni metales pesados y el azufre está dentro de las normas nacionales e internacionales”, subrayó la Semar.

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