Alrededor de 50 hundimientos o incendios de navíos en Quintana Roo son de embarcaciones irregulares, que carecen de matrícula, lo que las excluye de la supervisión de la Capitanía de Puerto y de la certificación en seguridad marítima.
Así lo dio a conocer Francisco Fernández Millar, presidente de la Asociación Náuticos de Quintana Roo (ANQ).
Una amenaza para la seguridad marítima
De acuerdo con Fernández Millar, la falta de matrícula en estas embarcaciones representa un grave problema para la seguridad en el sector náutico, ya que no cumplen con los estándares necesarios para garantizar la protección de tripulantes y pasajeros.
“Solo en la zona norte, este año se han registrado alrededor de 50 incidentes relacionados con hundimientos o incendios de embarcaciones, y ninguna de ellas contaba con matrícula”, reveló.
La ausencia de supervisión también implica que estas embarcaciones puedan operar sin mantenimiento adecuado ni equipos básicos de emergencia.
Esto no solo pone en riesgo la vida de las personas, sino que también genera derrames de combustible que afectan gravemente los ecosistemas marinos.
¿Te enteraste?
Impacto al turismo por embarcaciones irregulares
El turismo náutico es un pilar fundamental de la economía en Quintana Roo. Sin embargo, los incidentes en altamar afectan la reputación del destino y ponen en peligro sus recursos naturales.
Por esta razón, la ANQ ha solicitado a las autoridades marítimas y portuarias reforzar la regulación para garantizar que todas las embarcaciones cumplan con los estándares de seguridad y matriculación necesarios.
“Los accidentes marítimos suelen estar relacionados con factores como el mal tiempo, errores humanos, fallos técnicos y colisiones. Es esencial actuar con responsabilidad para prevenir estos incidentes”, subrayó Fernández Millar.
Iniciativas responsables para proteger los ecosistemas
El líder de los náuticos también destacó que algunas embarcaciones han sido hundidas de manera controlada para fomentar la conservación ambiental y el turismo mediante arrecifes artificiales.
Estas prácticas se realizan bajo estrictas regulaciones para evitar contaminar el océano y beneficiar a la biodiversidad local.