El Burrito Sabanero de Cancún.
Instalación del Burrito Sabanero, en la Plaza de la Reforma de Cancún. Credit: Armando Herrera. / 24 HQR.

El icónico Burrito Sabanero, símbolo de las festividades navideñas en Benito Juárez, está de regreso con mejoras significativas que garantizan su seguridad y disfrute para la comunidad.

Carlos Antonio Díaz Carbajal, asesor de la presidencia municipal, compartió los detalles del proceso de construcción y el impacto cultural de este emblema.


Un símbolo de identidad para los cantoneses

Desde su primera edición hace tres años, el Burrito Sabanero se ha convertido en un punto de encuentro y orgullo para los residentes de Benito Juárez, conocidos como cantoneses.

Según Díaz Carbajal, esta figura emblemática no solo adorna la Plaza de la Reforma, sino que también une a una comunidad diversa que incluye a personas de distintas partes del país y del mundo.

“Es emocionante ver cómo el Burrito Sabanero se ha adoptado como un símbolo de identidad”, comentó Díaz Carbajal.


Construcción reforzada y medidas de seguridad

Tras el incidente del año pasado, cuando el Burrito colapsó, el equipo de trabajo redobló esfuerzos para garantizar su estabilidad.

  • Base sólida: Este año, el Burrito descansa sobre cuatro piezas de concreto removibles, cada una con un peso de tres toneladas, sumando un total de 12 toneladas.
  • Anclajes de acero: La estructura cuenta con cables de acero que aseguran su estabilidad desde la parte más alta hasta su base.
  • Dimensiones impresionantes: El Burrito alcanza los 14 metros de altura desde la punta de sus orejas y 10 metros hasta la nuca, mientras que su longitud es de 8 metros por 4.5 de ancho.

Díaz Carbajal subrayó que estas mejoras aseguran la integridad de la estructura durante las festividades y facilitan su desmantelamiento tras el 6 de enero, dejando intacta la Plaza de la Reforma.


Un esfuerzo colectivo en tiempo récord

El proceso de construcción, que duró una semana, involucró a un equipo de 10 personas, incluidos herreros, albañiles y operadores de grúas. También se utilizaron más de 540 metros de tela en seis colores diferentes, siguiendo una gama que se ha mantenido desde la primera edición.

“Trabajamos a contrarreloj para que los cantoneses puedan disfrutarlo el mayor tiempo posible”, explicó Díaz Carbajal.


El legado del Burrito Sabanero

Más allá de su diseño y dimensiones, el Burrito Sabanero representa la resiliencia de la comunidad. El incidente del año pasado, lejos de apagar el espíritu navideño, generó un torrente de apoyo en redes sociales y reforzó el cariño hacia este símbolo.

Díaz Carbajal concluyó: “Este emblema ha dejado una huella imborrable y seguirá siendo un punto de unión para los cantoneses en las próximas navidades”.


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