El Tren Maya y sus desafíos.
El Tren Maya sigue enfrentando diversos desafíos. Credit: Especial

El Tren Maya, símbolo de desarrollo en el sureste mexicano, enfrenta desafíos en su operación y aceptación.

Asimismo, y con una ocupación diaria del 19% de la capacidad proyectada, su tramo 7, que conecta Chetumal (Quintana Roo) con Escárcega (Campeche), opera solo tres días a la semana: martes, viernes y domingos desde Chetumal, con retornos los miércoles, sábados y lunes.

Impacto ambiental bajo la lupa

Además, la construcción del Tren Maya ha generado inquietudes ambientales. Expertos han identificado rellenos con material pétreo en la sabana de Chetumal, lo que podría alterar el flujo natural del agua y aumentar el riesgo de inundaciones.

Sin embargo, las restricciones de acceso impuestas por la Sedena complican las investigaciones para evaluar los posibles daños ecológicos.

Estrategias para aumentar la demanda

Además, para contrarrestar la baja ocupación, el gobierno ha lanzado paquetes turísticos con descuentos en vuelos, hospedaje y viajes en el tren.

Con ello, busca aumentar la afluencia y alcanzar la meta anual de tres millones de pasajeros.

Futuro incierto del Tren Maya

Aunque el Tren Maya promete un desarrollo económico y turístico en los cinco estados que conecta a lo largo de sus 1,500 kilómetros, las críticas por su impacto ambiental y su viabilidad económica siguen siendo un desafío.

Finalmente, su éxito dependerá de equilibrar la sustentabilidad ambiental y la rentabilidad operativa.

(Información completa en Ruptura360)

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