La Asociación Estatal de Padres de Familia de Quintana Roo expresó su firme rechazo a la postura del Comité Central de Lucha y de los maestros que mantienen un paro magisterial desde febrero, luego del reciente fracaso en las negociaciones sostenidas el pasado sábado.

Este encuentro tenía como objetivo llegar a un acuerdo en torno a un pliego petitorio de 39 puntos presentado por el magisterio, mientras que las autoridades estatales buscaban restablecer las clases en escuelas de nivel básico el próximo 28 de abril. Sin embargo, las pláticas no lograron consensos firmes.

400 mil estudiantes, sin clases por paro magisterial

Cecilia Noemí Manzanilla Pérez, presidenta de la Asociación Estatal de Padres de Familia, lamentó que no se lograran avances que garanticen el regreso a clases de al menos 400 mil estudiantes que permanecen sin clases desde hace más de dos meses.

En un comunicado difundido el domingo 13 de abril, Manzanilla Pérez calificó como “inaceptable” que los acuerdos alcanzados durante la reunión no contaran con el respaldo de todos los sectores del magisterio.

“Reprobamos rotundamente que se rechazaran los acuerdos. Esos puntos beneficiaban tanto a los alumnos como a los propios docentes. Es momento de anteponer el interés superior de la niñez y dejar de lado los intereses particulares”, expresó.

“La educación no puede ser rehén de intereses gremiales”

La organización de padres subrayó que la falta de consenso refleja una postura inflexible que afecta directamente el derecho de niñas, niños y adolescentes a recibir una educación continua y de calidad.

A pesar del conflicto, reconocieron la voluntad del Gobierno del Estado y de la Secretaría de Educación para mantener el diálogo abierto, buscar soluciones reales y mostrar disposición frente a las demandas del magisterio.

Finalmente, los padres exigieron el restablecimiento inmediato de las clases y pidieron una respuesta urgente, responsable y comprometida con el bienestar de la comunidad escolar en Quintana Roo.

“La educación no debe mantenerse como rehén de intereses gremiales ni de posturas radicales”, concluyeron.