La imposición de aranceles a productos importados encarece artículos clave en la vida cotidiana, como alimentos, muebles, automóviles y refacciones. Credit: Freepik

Incremento de precios y pérdida del poder adquisitivo, los primeros efectos visibles

La guerra comercial emprendida por Estados Unidos con diversos países, con la imposición de aranceles, comienza a mostrar sus consecuencias más visibles para los ciudadanos de a pie. Así lo advirtió Sergio León Cervantes, presidente de Empresarios por Quintana Roo, quien señaló que 2025 no será un año fácil en términos económicos.

“No es un año bueno, hay que cuidar el efectivo”, enfatizó el líder empresarial.

Aranceles disparan precios de productos esenciales

León Cervantes explicó que la reciente imposición de aranceles a productos importados encarece artículos clave en la vida cotidiana, como alimentos, muebles, automóviles y refacciones. Esta situación podría detonar un encarecimiento generalizado de bienes y servicios.

“El aumento en los costos afecta toda la cadena de valor: desde quien siembra y empaca, hasta quien transporta y vende. El más afectado siempre será el consumidor final, que ve reducido su poder adquisitivo”, subrayó.

Riesgos para la economía regional

De acuerdo con el empresario, este fenómeno representa una amenaza al equilibrio económico de estados como Quintana Roo, donde muchas empresas deberán reajustar precios para absorber los nuevos costos de importación.

Esto, advierte, disminuirá la capacidad de compra de las familias mexicanas y podría afectar directamente al comercio local, la generación de empleos y la estabilidad de la economía regional.

Llamado urgente a autoridades y sectores productivos

León Cervantes hizo un llamado a las autoridades para diseñar e implementar medidas de mitigación que protejan a los sectores más vulnerables ante el impacto de los aranceles. Además, destacó la importancia de fortalecer la diversificación industrial como una solución sostenible.

“En nuestro estado, la balanza de importación representa entre un 60 y 70 por ciento respecto al consumo nacional. La estrategia de diversificación industrial cobra hoy más sentido que nunca, para convertir a Quintana Roo en una gran maquiladora con beneficios para los consumidores locales, que gastan más de 12 mil millones de dólares al año”, explicó.