Representantes de los comités vecinales salientes del municipio de Benito Juárez, tras concluir su periodo de gestión (2022-2024) denunciaron haber sido ignorados por el Gobierno municipal.
El motivo, aseguran, fue su supuesta falta de afinidad con el grupo político actualmente en el poder.
“Desde las elecciones prácticamente dejamos de existir para el municipio”, declaró Rosario Cauich, exintegrante del comité de la Región 203.
La activista relató que diversas solicitudes comunitarias urgentes —como la instalación de pasos peatonales en una secundaria local y la limpieza de pozos pluviales— fueron ignoradas durante más de un año. “Nunca hubo respuesta, ni siquiera negativa”, lamentó.
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Gestiones sin respaldo y abandono oficial
Los testimonios de vecinas y vecinos revelan una constante: la marginación institucional.
En zonas como la Supermanzana 247, Karla Marín, exrepresentante del comité local, denunció que el Ayuntamiento no sólo redujo la coordinación, sino que operó con criterios partidistas.
“Nos dejaron fuera. Aunque la ciudadanía nos seguía buscando para apoyos, ya no éramos escuchados. Se supone que el Gobierno es para todos, no sólo para los ‘morenistas’”, subrayó Marín, refiriéndose al partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), en el poder.
Ambas líderes coincidieron en que el desinterés institucional mermó la confianza ciudadana y entorpeció los procesos comunitarios, al grado de sembrar escepticismo en torno a la renovación de los comités.
Hoy, señalamientos de favoritismo y falta de transparencia ya rondan los nuevos nombramientos.
Contraste oficial: discurso de inclusión, realidad de exclusión
El pasado viernes 11 de abril, el gobierno municipal dio por concluida la integración formal de 277 comités vecinales, con 40 más en espera por falta de quórum, según informó Berenice Sosa, titular de la Secretaría Municipal de Bienestar.
La meta planteada por la administración fue formar 317 comités, 27 más que en el periodo anterior.
Pese a que la funcionaria destacó una “importante participación ciudadana”, evitó pronunciarse sobre las denuncias de exclusión y politización del proceso, que contrastan fuertemente con el discurso oficial de apertura y cobertura amplia.
¿Gobierno vecinal o plataforma política?
La realidad que describen los comités salientes es otra: una gestión vecinal condicionada por simpatías políticas, en donde el trabajo comunitario quedó relegado a segundo plano.
Lejos de fortalecer la organización ciudadana, el Ayuntamiento parece haber instrumentalizado los comités como una extensión de su aparato político.
Esta denuncia no sólo arroja dudas sobre la legitimidad de los nuevos órganos de representación vecinal, sino que también deja al descubierto un modelo de gestión pública que privilegia afinidades ideológicas sobre necesidades reales.