La semana anterior comentaba sobre lo que significa el crecimiento del Hotel Xcaret México, y es que la inauguración de su nueva etapa representa más que una inversión de 700 millones de dólares. Es un mensaje claro: Quintana Roo es tierra de confianza, trabajo y crecimiento.
Este proyecto generará más de dos mil 100 empleos directos y una derrama económica que impactará a cientos de familias. Se suman más de 900 habitaciones, infraestructura turística, y una visión que honra al medio ambiente y la cultura.
El anuncio, efectuado hace unos días, fue encabezado por la gobernadora Mara Lezama Espinosa, acompañada por la secretaria de Turismo, Josefina Rodríguez Zamora; el empresario Miguel Quintana Pali; y Altagracia Gómez Sierra, titular del Consejo Asesor Empresarial y asesora del Gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Lo importante no son sólo los números. Es el rumbo. En un país donde muchas veces hay ruido y confrontación, Quintana Roo demuestra que se puede crecer con orden, respeto y resultados.
Mara Lezama lo ha dejado claro: aquí se gobierna con las puertas abiertas. El desarrollo no es privilegio de unos cuantos, es oportunidad para todas y todos.
“Cuando hay confianza, hay inversión. Y cuando hay buen Gobierno, hay prosperidad”.
Este anuncio no es un hecho aislado. Es parte de una transformación profunda que ya está en marcha y no se va a detener, por lo pronto hasta el 2027.
El saque final: El sargazo de esta temporada ha sido atípico pero la gobernadora Mara Lezama, como es característico en ella, no le da vuelta al problema ni lo deja pasar, sino todo lo contrario, se atiende y se buscan soluciones.
En coordinación con el Gobierno federal y los municipios el plan sargacero 2025 incluye no sólo la contención que es necesaria sino también la búsqueda de alternativas y propuestas para encontrar un buen uso para el alga marina.
Planes y proyectos los hay, sólo con mediciones y resultados se busca comprobar diferentes hipótesis y la eficiencia de dichas perspectivas. Por cierto, si a usted lo invitan a una jornada de limpieza de sargazo, diga que sí, salga a caminar a la playa, acuda y ponga a ejercitar sus brazos con su aporte en favor del medio ambiente. Nos leemos la próxima semana.