Aunque es conocido mundialmente por el auge del turismo en el Caribe mexicano, Quintana Roo enfrenta una grave crisis en su sistema penitenciario, impulsada por el aumento del consumo y la venta de drogas, tanto entre visitantes como entre la población local.
De acuerdo con el Censo Nacional de Sistemas Penitenciarios 2025 del INEGI, el estado concentra el 60% de las personas privadas de la libertad en la península de Yucatán, con 3,832 internos registrados al cierre de 2024. Esta cifra contrasta con los 1,847 internos en Yucatán y 1,020 en Campeche.
Narcomenudeo, el principal motivo de ingreso
Por otro lado, seis de cada diez personas privadas de la libertad en la entidad están relacionadas con delitos contra la salud, principalmente narcomenudeo.
De los nuevos ingresos registrados en 2024, el 49.6% de los hombres y 59.7% de las mujeres fueron detenidos por este tipo de delitos, seguidos por robo y homicidio.
Según el análisis, buena parte de estos crímenes están vinculados con la venta y distribución de drogas en zonas turísticas como Cancún, Playa del Carmen y Tulum.
En estos destinos, el crimen organizado ha encontrado un mercado en expansión ante la alta demanda de sustancias entre los turistas.

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Hacinamiento por encima del promedio nacional
El sistema penitenciario estatal está compuesto por cinco centros de reclusión con capacidad para 2,815 personas.
Sin embargo, actualmente opera con más de mil internos por encima de ese límite.
Mientras que la tasa nacional de ocupación penitenciaria es de 102%, en Quintana Roo esta cifra asciende al 136%, lo que evidencia un nivel alarmante de hacinamiento.
En comparación, Campeche registra una tasa de apenas 55 personas por cada 100 espacios disponibles, mientras que Yucatán ha logrado mantener un equilibrio gracias a su mayor capacidad instalada.

Prisión preventiva, otro factor de saturación
Otro factor que agrava la situación es el uso excesivo de la prisión preventiva.
Más del 53% de los internos en Quintana Roo no cuentan con una sentencia y permanecen en prisión bajo esta medida cautelar, lo que retrasa los procesos judiciales y acentúa la sobrepoblación carcelaria.
El 50.3% de las personas internas tiene hijos, lo que añade una dimensión social a la problemática.
Además, solo uno de cada tres centros penitenciarios en el estado cuenta con áreas de maternidad, por debajo de los niveles de atención en Yucatán y Campeche.