Un amplio despliegue de seguridad se mantiene en Utah tras el asesinato del activista conservador Charlie Kirk, de 31 años, cercano al expresidente Donald Trump.
El ataque, ocurrido en una universidad de Orem mientras hablaba ante cientos de estudiantes, conmocionó a Estados Unidos y desató una respuesta inmediata de autoridades locales y federales.
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Reacciones tras la muerte de Charlie Kirk
Donald Trump calificó a Kirk como un “mártir de la verdad” y responsabilizó a la retórica de la “izquierda radical” de fomentar un clima de violencia política.
El mandatario ordenó que las banderas en edificios federales se mantengan a media asta hasta el domingo en honor al activista.
Líderes republicanos y demócratas también condenaron el atentado. Joe Biden escribió en X que “no hay lugar en nuestro país para este tipo de violencia”, mientras que Kamala Harris rechazó “la violencia política”.
Gavin Newsom, gobernador de California, quien en varias ocasiones debatió con Kirk, calificó el hecho de “repugnante y vil”.
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Operativo policial y avances de la investigación
El FBI confirmó que en la escena se halló el rifle de alto poder utilizado en el ataque y se identificaron imágenes de un sospechoso vestido de negro, visto huyendo de la zona. Según la policía, el disparo habría provenido desde un tejado.
El gobernador Spencer Cox advirtió que en Utah aún está vigente la pena de muerte para casos de esta magnitud.
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Trayectoria de Charlie Kirk y legado político
Fundador de Turning Point USA, con presencia en más de 800 campus universitarios, Kirk fue una de las voces más influyentes del conservadurismo juvenil.
Sus debates en universidades lo convirtieron en un personaje controversial, pero respetado en distintos foros políticos.
Finalmente, su muerte deja un vacío en el movimiento conservador y abre un debate nacional sobre la violencia política en Estados Unidos.