Mercado 23 en Cancún, una tradición.
Los colores y aromas del Mercado 23 despiertan el espíritu patrio de Cancún cada septiembre.. Credit: Especial

El emblemático Mercado 23, considerado el corazón de la identidad cancunense, vuelve a llenarse de vida, aromas y colores para conmemorar las fiestas patrias. Entre música, antojitos y artículos tricolores, el espacio se convierte en punto de encuentro para quienes buscan mantener vivas las costumbres mexicanas.

Los pasillos del mercado lucen engalanados con banderas, luces y adornos que invitan a locales y visitantes a sumarse a la celebración. Pero más allá de los muros y la decoración, son las historias de sus comerciantes las que dan sentido a esta tradición que se renueva año con año.

Mercado 23, tradición que se transmite de generación en generación

José García, de 24 años, representa la tercera generación de una familia dedicada a esta temporada. Desde mediados de agosto instala un puesto con artículos patrios en honor al aniversario del Grito de Dolores, tal como lo hacían su madre y su abuela.

“Desde niño mi mamá me traía a vender lo relacionado con estas fechas, y ella lo aprendió de mi abuelita”, cuenta orgulloso mientras acomoda cornetas, banderitas, rehiletes, moños, blusas y vestidos bordados.

Cambios en ventas y afluencia

Aunque reconoce que las ventas ya no son las mismas, continúa con entusiasmo. “Antes una corneta costaba 30 pesos, ahora está en 40 o 50; las blusas que antes se vendían en 100 pesos ahora llegan a 120. Eso ha hecho que la gente compre menos”, explicó.

La diferencia también se nota en la afluencia: hace algunos años recibían más de 300 personas al día; hoy apenas llegan unas 150.

Mercado 23, símbolo vivo de la cultura cancunense

Aun así, José no se desanima. Viaja a Toluca para surtirse y, desde un mes antes, prepara con esmero cada detalle para su puesto.

Para él, más que un negocio, se trata de una herencia familiar y de un compromiso con la tradición. “No pierdan el espíritu patrio y vengan a comprar sus artículos”, invita con una sonrisa.

Finalmente, el Mercado 23, con sus pasillos tricolores y comerciantes llenos de historias, se mantiene como un símbolo vivo de la cultura mexicana en Cancún, donde cada septiembre las raíces se reafirman con orgullo y esperanza.