Pepe Soho: el artista que encontró en la luz su camino de regreso
México despide hoy a uno de sus artistas más espirituales y visionarios. Pepe Soho, reconocido mundialmente por su mirada única y su conexión profunda con la naturaleza, falleció en su hogar en la Ciudad de México a causa de un paro cardiaco. Tenía 52 años.
Soho no solo fue fotógrafo: fue un viajero del alma. Un creador que transformó su propio sufrimiento físico y emocional en un lenguaje de luz y libertad. Donde la enfermedad limitó su cuerpo, él abrió universos simbólicos llenos de vida, con caballos, ballenas, mariposas y luciérnagas que representaban su eterna búsqueda de trascendencia.
Un mexicano que iluminó al mundo con su lente
En 2017, Pepe Soho hizo historia al convertirse en el primer mexicano en ganar la Copa Mundial de Fotografía, celebrada en Yokohama, Japón. Su obra, cargada de espiritualidad y paisajes oníricos, trascendió fronteras y generaciones, consolidándolo como un referente del arte visual contemporáneo.
Su talento también brilló en la Expo Dubái 2020, donde más de 330 mil personas de todo el mundo fueron testigos de la belleza de México a través de sus ojos.
“Mi arte no busca ser admirado, sino sentido”, dijo alguna vez. Y así fue: su trabajo no se limita a ser contemplado, sino que invita al espectador a reconocerse a sí mismo.

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Mystika Inmersivo: el templo de espejos donde el alma se encuentra
Durante más de una década, Soho entregó su vida a su proyecto más ambicioso: Mystika Inmersivo, ubicado en Tulum y otras ciudades de México. Más que un museo, es una experiencia sensorial donde la fotografía, el sonido y la luz se entrelazan para generar un diálogo interior.
Allí, cada visitante es parte de una historia de transformación. “Mystika no se ve, se vive”, decía el artista, convencido de que el arte puede sanar y reconectar a las personas con su esencia.
Un legado de amor, naturaleza y luz
Antes de su etapa como artista visual, Pepe Soho fue un empresario y creativo multifacético. Su espíritu libre lo llevó del mundo de la moda y la música al arte, donde finalmente halló su propósito.
Con su cámara, retrató los paisajes más majestuosos de México: desde la vastedad de la península de Baja California hasta los santuarios de mariposas monarca. En cada imagen, dejó una huella de su amor profundo por el país y su deseo de mostrar su grandeza al mundo.
Su partida deja un vacío inmenso en la cultura mexicana, pero también un mensaje eterno:
“El arte es un acto de amor, y el amor es lo único que trasciende.”
Familiares, amigos y admiradores del artista agradecen las muestras de cariño y solicitan privacidad en este momento de duelo.