Trabajadores del SAT en Cancún reanudan labores, pero mantienen exigencias

Luego de tres días de manifestación frente a las oficinas del Servicio de Administración Tributaria (SAT) en Cancún, los trabajadores retomaron sus actividades, aunque las negociaciones laborales continúan ante la Secretaría del Trabajo.

Las principales demandas del personal incluyen salarios más justos, reducción de carga laboral, vacaciones sin condicionamientos y mejoras en las instalaciones. Sin embargo, no se prevé un ajuste salarial inmediato.

“Va para largo; quizás haya ajuste de tabulador, pero hasta que se analice, se proponga y se apruebe. Por el momento nada de lo que solicitamos se ha cumplido”, expresó un empleado del SAT que participó en la protesta.

Sobrecarga laboral y carencias en oficinas

Los trabajadores denunciaron altos niveles de trabajo, falta de insumos y deterioro en las condiciones laborales, factores que motivaron el paro.
Durante los días de protesta, el área de Servicios al Contribuyente operó parcialmente, abriendo una hora antes para atender citas previamente agendadas y trabajando al 50% de su capacidad.

“No fue posible atender a todos los usuarios afectados; se dio prioridad a quienes recibieron un correo del SAT invitándolos al módulo alterno del SATQ, donde aún se atiende a contribuyentes rezagados”, informó personal de la dependencia.

Retrasos en trámites empresariales

El paro parcial generó demoras en trámites fiscales y empresariales.
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) del Caribe Mexicano, José Carlos Olvera Silveira, reconoció que, aunque el impacto no fue grave, sí provocó retrasos en procesos de apertura de empresas y activación de cuentas fiscales.

“No es un impacto grave, pero sí hay retrasos en procesos que requieren atención inmediata. Hacemos un llamado para que se resuelva lo antes posible”, subrayó Olvera.

Un malestar que lleva años

Aunque las operaciones se reanudaron, el paro puso de relieve un malestar estructural dentro del SAT: la sobrecarga de trabajo y la falta de reconocimiento salarial, a pesar del incremento constante en la recaudación fiscal.

Los empleados mantienen la esperanza de que el diálogo con la Secretaría del Trabajo derive en mejoras reales a sus condiciones laborales, pero admiten que los cambios podrían tardar meses en concretarse.