Cañeros de Quintana Roo.
Alrededor de cinco millones de toneladas de azúcar permanecen almacenadas en ingenios del país. Credit: Especial.

Productores alertan un colapso económico para 2025–2026

La crisis para los cañeros de Quintana Roo continúa agravándose y amenaza con dejar severamente endeudados a los más de tres mil productores de la Ribera del Río Hondo.

A nivel nacional, alrededor de cinco millones de toneladas de azúcar permanecen almacenadas en ingenios, sin poder colocarse en el mercado.

Eso mantiene deprimidos los precios y golpea directamente a los agricultores del estado.

A este panorama se suma la reciente definición del precio de referencia para las preliquidaciones de la zafra 2025–2026: 14 mil pesos por tonelada, aplicable únicamente a los ingenios que cumplieron con su cuota de exportación en el ciclo anterior.

“Ese precio entierra a Quintana Roo”: CNPR

Para Benjamín Gutiérrez Reyes, dirigente de la Confederación Nacional de Productores Rurales (CNPR), el precio acordado no refleja la realidad económica.

Considera que tampoco compensa las pérdidas acumuladas en la entidad.

Recordó que Quintana Roo registró pérdidas superiores a mil millones de pesos debido a plagas, enfermedades y una producción menor a la esperada.

“No estoy de acuerdo con ese precio… pero menos para Quintana Roo. Con ese precio, el estado está enterrado”, sentenció.

El dirigente advirtió que, con un estimado de 4.7 millones de toneladas para la próxima zafra y el excedente que sigue en bodegas, el volumen disponible podría alcanzar 5.7 millones de toneladas.

Esta sobreoferta, enfatizó, hará aún más imposible recuperar precios en el corto plazo.

Campañas de salud y percepción negativa agravan el mercado

Gutiérrez Reyes señaló que las campañas nacionales para reducir el consumo de azúcar han influido en la caída de ventas.

“Han hecho creer que el azúcar causa obesidad y problemas renales, pero es un producto orgánico”, sostuvo.

Productores piden un rescate inmediato

Frente a este escenario, la CNPR solicitó la intervención urgente de los tres niveles de gobierno para aplicar un programa emergente que impida el colapso del sector.

El dirigente reconoció que existen acercamientos con autoridades federales y estatales y que la gobernadora Mara Lezama ha brindado apoyo con maquinaria y atención a plagas. Sin embargo, insistió en que las medidas actuales no son suficientes:

“Hoy Quintana Roo ocupa ser rescatado”.