Hay momentos en que una gestión pública se nota no por los discursos, sino por los hechos.

Porque una cosa es prometer y otra muy distinta es tocar puertas, insistir, viajar, negociar y regresar con respuestas. 

Y eso es justo lo que continúa haciendo la gobernadora Mara Lezama, lo hizo de nuevo y recientemente en Puebla.

No fue a una gira de fotos ni discursos; fue a una vuelta de trabajo, literal, (se fue el miércoles a Puebla y regresó el mismo día).

Lo primero que se notó fue la solución inmediata en el IMSS de Chetumal: un nuevo sistema de aire acondicionado para que por fin las cirugías puedan retomarse con normalidad. 

Parece un detalle menor, pero no lo es. 

Quien ha esperado una operación sabe el calvario de los retrasos. Que hoy eso ya esté autorizado y en proceso habla de una gestión que no se queda en buenas intenciones.

Y no se quedó ahí. Desde Puebla, acompañada por Alejandro Svarch, director del IMSS–Bienestar, Mara no solo agradeció, también logró encaminar algo que puede cambiarles la vida a miles: un centro de oftalmología en la nueva torre de especialidades del Hospital Jesús Kumate en Cancún. 

Eso es futuro. Eso es visión. Eso es pensar en que la salud no solo es curar, sino prevenir, atender a tiempo y dar acceso a servicios que antes parecían exclusivos de unos cuantos.

Lo que yo veo es a una gobernadora que entiende que en salud no se improvisa y que, cuando hay aliados como Alejandro Svarch, se trabaja codo a codo. 

Por eso llegarán también revisiones sobre el nuevo Hospital Materno Infantil, un tema urgente para miles de mujeres que hoy merecen un espacio digno, moderno y humano. 

Y sí, Svarch confirmó que vienen buenas noticias, que se revisará abasto de medicamentos y que se busca cubrir incluso las claves oncológicas.

A esto se suma la rehabilitación de quirófanos en Tulum, José María Morelos, Kantunilkín, Nicolás Bravo e Isla Mujeres. No se trata de anuncios rimbombantes, sino de trabajos que ya están caminando o por iniciar. Y quienes conocemos el ritmo del sector salud sabemos que mover estas piezas requiere empuje, constancia y mucha gestión desde arriba.

Los nuevos hospitales de Chetumal y de Felipe Carrillo Puerto tampoco son casualidad. Cada avance, cada reunión, cada seguimiento refleja una insistencia que ya quisiéramos ver en muchos otros estados. 

Y aunque todavía falta por recorrer, lo cierto es que ese seguimiento puntual.

Cuando una gobernadora se mete de lleno a gestionar por la salud, no está haciendo un favor, está cumpliendo su deber. Pero también es cierto que no todos lo hacen.

Y aquí vemos a alguien que no se esconde, que no teme empujar, que encara los temas y regresa con resultados. 

Esa es la diferencia entre un gobierno distante y uno que entiende que el bienestar se construye desde la realidad, no desde el escritorio.

Por eso, más allá de cifras, contratos o tecnicismos, me quedo con el mensaje político que se ha venido consolidando: una gobernadora que gestiona, que se mueve y que pone la salud de los quintanarroenses en la agenda nacional.

Y sí, la transformación avanza, no porque lo diga un slogan, sino porque se ve en esa actitud gestora. Esa actitud cuenta, pesa y se nota.