Feminicidio de Alejandra Michel: cinco años de impunidad y silencio institucional
Feminicidio de Alejandra Michel: cinco años de impunidad y silencio institucional

Feminicidio de Alejandra Michel: cinco años de impunidad y silencio institucional en Chetumal. A casi cinco años del feminicidio de Alejandra Michel Pérez Hara, el tiempo no ha cerrado la herida ni ha disipado las preguntas en torno al caso.

Para su madre, Uendy Hara Urbina, la investigación permanece marcada por la impunidad, las omisiones institucionales y una serie de decisiones que prolongaron el dolor familiar.

El crimen ocurrió en junio de 2021, en Chetumal, y continúa sin avances visibles, pese a que fue reclasificado como feminicidio tras nuevas evidencias.

Feminicidio de Alejandra Michel; una adolescente que no regresó a casa

El hallazgo en la bahía de Chetumal

Alejandra tenía 16 años. La mañana del 20 de junio salió de su casa para ejercitarse sobre el Boulevard Bahía y no volvió.

Horas después, su cuerpo fue localizado desnudo, flotando en la bahía de Chetumal, a la altura de la entrada a Calderitas.

En un primer momento, la Fiscalía General del Estado determinó que la causa de muerte había sido el ahogamiento.

Dudas desde el primer dictamen oficial

La versión inicial generó indignación entre familiares y ciudadanos, al no corresponder con las condiciones del sitio ni con el perfil de la adolescente.

Alejandra sabía nadar y fue encontrada en una zona de escasa profundidad, lo que reforzó las dudas sobre el dictamen pericial.

Irregularidades en la investigación

Falta de peritajes y omisiones tempranas

Según el testimonio de la madre, las primeras irregularidades se registraron desde el inicio de la investigación ministerial.

La ausencia de peritos, debido a que el hallazgo ocurrió durante el Día del Padre, derivó en una valoración apresurada del lugar.

Ante la inconformidad, la familia regresó por su cuenta al sitio y localizó la ropa de Alejandra junto con prendas de hombre.

Reclasificación sin resultados

Este hallazgo llevó al entonces fiscal general, Óscar Montes de Oca Rosales, a reclasificar el caso como feminicidio.

Sin embargo, el cambio de tipificación no se tradujo en avances sustantivos ni en información clara para la familia.

Silencio oficial y revictimización

Falta de comunicación y presuntas amenazas

Uendy Hara afirmó que con el paso del tiempo la Fiscalía dejó de comunicarse con la familia, profundizando la sensación de abandono institucional.

También denunció haber recibido amenazas tras insistir públicamente en la exigencia de justicia, provenientes de números desconocidos.

Señaló que solicitó apoyo y protección sin obtener respuesta, situación que incrementó su vulnerabilidad.

Daños al memorial de Alejandra

La madre denunció actos reiterados de vandalismo contra el nicho colocado en el sitio donde fue encontrado el cuerpo de su hija.

Consideró estos hechos como una forma de violencia simbólica y revictimización, dirigida contra la memoria de Alejandra.

Una deuda pendiente con las víctimas

A casi cinco años del crimen, el expediente permanece sin información pública sobre líneas de investigación o resultados periciales.

La ausencia de explicaciones oficiales refleja, según la familia, una deuda institucional frente a la violencia contra las mujeres.


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