Por Ricardo Hernández
CHETUMAL, Q. Roo.- Green Peace realizó un estudio para rastrear la presencia de microplásticos (plásticos menores a cinco milímetros) en La Paz, Baja California Sur; Puerto Morelos, Quintana Roo, y en el Puerto de Veracruz, en colaboración con el Centro para la Diversidad Biológica, Barco Lab, la Universidad Autónoma de Baja California Sur, el Laboratorio de Biodiversidad y Conservación Arrecifal de la UNAM y el Instituto de Ciencias Marinas y Pesquerías de la Universidad Veracruzana.

Esta investigación confirmó la presencia de microplásticos en peces de Puerto Morelos, donde se analizaron 218 estómagos de 16 especies con importancia comercial para la zona, de estos, 61%, es decir, 133 individuos, mostró poliéster, etileno, vinil, acetato, nailon, polietileno, polipropileno y celofán.

Aunque no hay evidencia contundente de que los microplásticos lleguen hasta el platillo que el humano consume, sí puede haber afectaciones por contaminación; además de las repercusiones a la vida de la fauna marina por ingerir un material que no puede procesar y que sólo se desintegrará tras cientos de años.

Por ello, el organismo hizo un llamado a las empresas más contaminantes para que asuman su responsabilidad y se comprometan a cambiar las formas de empaquetado y envasado de sus productos. "Actualmente ya es excesivo el uso de este material; se les invita a disminuir su cantidad de manera inmediata y significativa desde el origen", afirmó.

RESULTADOS

Veracruz fue la región que presentó mayor proporción de organismos con microplásticos: 96% de un total de 219 muestras, distribuidas en 29 especies y 15 familias.

"La región de La Paz tuvo el menor porcentaje de peces afectados. Se analizó un total de 318 estómagos de 24 especies de peces con importancia comercial; solamente el 21 % (67 individuos) presentó plásticos en su interior", se lee en el informe.

En total, las organizaciones estudiaron 755 peces de las tres regiones, pertenecientes a 66 especies, de los cuales 411 (54%) presentaron estos materiales.

Dada la diminuta dimensión de fragmentos, provenientes de detergentes domésticos, envases, bloqueadores, exfoliantes y demás productos de belleza, éstos se suelen colar hasta los mares, donde son ingeridos por los peces.

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