Por Eugenio Pacheco
CHETUMAL, Q. Roo. ÔÇô No hay avances en los esfuerzos por promover el reciclaje y aprovechar los residuos de Othón P. Blanco para aminorar la contaminación, señaló Miguel ángel Nadal Novelo, titular de la Procuraduría de Protección al Ambiente, esto se debe a que continúa sin resolverse el problema del tiradero a cielo abierto en Chetumal.
El funcionario informó que desde el municipio capitalino se han pospuesto todos los programas de reglamentación ecológicos que se refieren a la separación de la basura doméstica, al considerar que no sirven de nada si en el basurero no existe un control adecuado para el manejo de los desechos sólidos.
Aseguró que sabe que dentro del cabildo aún no se avanza en la aprobación del reglamento, el cual está casi completo en redacción y preparación jurídica, pero no se ha presentado.
Adelantó que hasta que esa reglamentación quede vigente se arrancará con campañas de concientización hacia la gente, hasta entonces se puede seguir fomentando la cultura de separar los desechos.
AVANCES NULOS
El titular de la Profepa comentó que, aunque hasta 30 o 40% de la población ya separan su basura, esto no tiene efectos positivos porque al llegar al basurero se revuelve, por la falta de espacio.
De las 320 toneladas de basura que se recogen diariamente en los hogares de Chetumal, 70% son orgánicas, es decir desechos de comida, plantas o similares.
Las restantes 30% son inorgánicas y se dejan de aprovechar porque no existe una correcta forma de depositarlas dentro del basurero.
Desde hace más de seis años, con el inició del litigió entre la comuna y la empresa “Intrassiso”, concesionaria del relleno sanitario, se saturó el basurero de Chetumal, y hasta la fecha no hay solución, aunque existen avances significativos, el problema es grave.
No se ha arrancado formalmente con las campañas de separación de basura, como una norma ecológica local, debido precisamente a que las condiciones del basurero no son las adecuadas.
El caso más reciente de regulación en la separación de la basura, concluyó Nadal Novelo, se establece en la ciudad de México, luego de que en agosto de 2018 se aprobó la norma que obliga a los ciudadanos a separar hasta en tres categorías la basura doméstica.