Al puro estilo de la película “La vida es bella”, un padre sirio le enseñó a su hija de cuatro años a tomar los bombardeos, que caen cerca de su casa, como un juego; la razón: prefiere verla reír que llorar.
Se trata de Abdullah al-Mohammad, un padre que consiguió robarle carcajadas a su pequeña Sawa en medio de la guerra.
En un video subido a las redes sociales, se puede ver cómo pese al bombardeo, la niña con su inocencia a flor de piel no para de reír a carcajadas, e incluso cuando uno de estos misiles parece caer muy cerca de su hogar, tanto el padre como la hija se divierten juntos.
A recently displaced Syrian father Abdullah in Idlib taught a game to his 4-year-old daughter Selva: You should laugh when you hear a warplane.
Now entire family laughs to maintain the pretense, to keep her sipirits high amid a war
Via @alganmehmettpic.twitter.com/NRiSj9NydA
— Ragıp Soylu (@ragipsoylu) February 17, 2020
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“Le dije que los sonidos de las bombas provenían de pistolas de juguete”
“Le dije que los sonidos de las bombas provenían de pistolas de juguete y que no debía tener miedo. Lo hice porque no soportó ver el terror en sus ojos. Mi hija está feliz jugando. Nos aseguramos de que no se entere para nada que estamos en guerra”, dijo el padre.
“Todos los eventos, hasta los más terribles, deberían verse bien para una niña como ella, prefiero que piense que todo se trata de un juego. Espero que el problema se resuelva muy rápidamente para volver a casa. Queremos vivir una vida sin miedo”, comentó.
Aunque la mayoría de los medios han dejado de dar cobertura e informar sobre la guerra en Siria, es una realidad que en aquellas tierras el infierno continúa.
El conflicto bélico, que inició el pasado 15 de marzo de 2011, ha sido calificado por la ONU y otros organismos internacionales, como “la mayor historia de terror humanitario del siglo XXI”.
Dicha guerra ha provocado la migración de 900 mil personas que solo buscan huir de ese lugar que antes era su hogar y hoy les ha arrebatado todo.