Campo magnético de la Tierra se está debilitando gradualmente, un fenómeno que han bautizado los científicos como la “anomalía del Atlántico Sur”.
Recibe diario las noticias en tu WhatsApp dando click AQUÍ
“Este extraño comportamiento desconcierta a los geofísicos y está provocando perturbaciones técnicas en los satélites que orbitan la Tierra”, según explica textualmente la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés).
La “anomalía del Atlántico Sur” hace referencia a las alteraciones en las capas profundas de la Tierra.
Los polos norte y sur, en algún momento y de seguir esto así, podrían cambiar de lugar.
El campo magnético terrestre es básico para la vida en nuestro planeta. Esta compleja fuerza dinámica nos protege de la radiación cósmica y las partículas cargadas de energía procedentes del Sol.
En gran parte es generado por el océano de hierro fundido supercaliente y turbulento que conforma el núcleo exterior de la Tierra, a unos 3.000 kilómetros bajo nuestros pies.
Como si se tratase del conductor giratorio de la dinamo de una bicicleta , este crea corrientes eléctricas que, a su vez, generan nuestro campo magnético en constante cambio.
“El nuevo mínimo oriental de la anomalía del Atlántico Sur lleva una década formándose, aunque en los últimos años se ha acelerado su desarrollo. Tenemos mucha suerte de contar con los satélites Swarm para investigar la evolución de esta anomalía. El reto ahora es entender los procesos en el núcleo terrestre que provocan estos cambios”, explicó J├╝rgen Matzka, del Centro Alemán de Investigación de Geociencias (GFZ).
PODRÍA INTERESARTE: Muere el “cocodrilo de Hitler” que sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial
Campo magnético de la Tierra se está debilitando; no representa motivos de alarma, según científicos
A nivel de la superficie, la “anomalía del Atlántico Sur” no presenta motivos de alarma.
Sin embargo, es más probable que los satélites y otras naves espaciales que vuelan a través del área experimenten fallas técnicas, ya que el campo magnético es más débil en esta región, por lo que las partículas cargadas pueden penetrar las altitudes de los satélites en órbita terrestre baja.
Con información de Agencias