La apertura de las playas de Quintana Roo se hará cuando se llegue al color naranja del semáforo epidemiológico, aunque sólo se podrá utilizar 30% de su capacidad.
En el caso de Benito Juárez, se pondrá en marcha un plan piloto con un grupo de voluntarios para controlar los accesos.
Tanto el gobernador del estado, Carlos Joaquín González, como la presidenta municipal, Mara Lezama Espinosa, coindicen en que los arenales podrán ser reabiertos una vez que disminuyan los contagios.
Aunque los accesos a las playas y el número de usuarios serán restringidos, de acuerdo con las autoridades.
El mandatario estatal adelantó que en los próximos días se estaría implementando en fase piloto una estrategia para que, con un grupo de jóvenes voluntarios llamados “chalecos amarillos”, den indicaciones a los turistas y bañistas en Cancún del uso de cubrebocas y respetar la distancia entre las personas, entre otros aspectos que conformarán la nueva normalidad.
En tanto, la asociación Altamare, miembros activos de la Red Iberoamericana de Certificación y Gestión de Playas (Proplayas), presentó de manera virtual la propuesta de los lineamientos generales para la operatividad de los balnearios públicos del país.
Destacó que los ocho destinos creados por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) y las 54 playas con distintivo Blue Flag, están incluidos para acatar estos lineamientos generales.
Los tres principios fundamentales para la nueva normalidad en los arenales, son: No hay una vuelta a la normalidad que estábamos acostumbrados.
La reapertura deberá ser escalonada para disminuir los contagios, priorizando el turismo local y nacional y se debe generar un ambiente de confianza entre visitantes, habitantes de los municipios costeros y prestadores de servicios turísticos.
Todos coinciden en que será hasta que el semáforo epidemiológico esté en verde cuando se pueda lograr el libre acceso a los arenales.
Por Elisa Rodríguez