Por Eugenio Pacheco
Chetumal.- El arribo de sargazo debe ser considerado por las autoridades como un desastre e ingresar al catálogo de eventos para ser tomado en cuenta en las políticas de protección civil, consideró la profesora-investigadora del Centro de Articulacion Productiva y Turismo (CAPTurismo) de la Universidad de Quintana Roo, Bonnie Lucía Campos Cámara.
También debe ser visto como oportunidad de inversión y generación de empleo, ante las posibilidades de producir sustancias aprovechables y las necesidades de personal para retirarlo de las orillas del mar.
Existen investigaciones que apuntan a la necesidad de aprender a convivir con este problema y producir resiliencia, “como ya lo somos en Quintana Roo al embate de fenómenos naturales, principalmente huracanes”, dijo.
Para la catedrática, es necesario despegar políticas públicas para capacitar y enseñar a los habitantes de las zonas costeras, sobre todo a los no nativos, ya
que el impacto del fenómeno no sólo alcanza al turismo, donde ha causado incuantificables pérdidas por cancelaciones de cuartos de hoteles, desde agencias de viajes mayoristas hasta particulares que rechazan quedarse en destinos como la costa maya, donde las acciones de limpieza son escasas; sino que también atrae consecuencias ecológicas.
La descomposición de sargazo genera polución a los océanos, cambio de coloración en la arena, malos olores, y hasta contaminación visual.
Además, la limpieza de las playas afecta sistemas y procesos ecológicos como la anidación de tortugas, ante la necesidad de utilizar a veces maquinaria pesada para la limpieza.
Sin embargo, aseguró, también existen beneficios y se ha documentado que el sargazo produjo en los últimos años miles de empleos y oportunidades inversión para generar productos como fertilizantes, alimento para ganado y biocombustibles.
Sin embargo, consideró que son capitales de riesgo, porque la llegada de la macroalga, como los huracanes, es poco previsible, “es decir no sabemos si va a llegar cada año, y en qué cantidades, lo que podría dejar pérdidas a los inversionistas”.
En 2018 recaló más alga que en años previos, y este 2019 podría ser mayor, pero también puede ser nula, lo que dejaría a los industriales sin materia prima.