Facebook se encuentra en estos momentos desarrollando una estrategia para unificar sus tres principales plataformas de mensajería: WhatsApp, Instagram y el propio Messenger de la red social.
Un movimiento sin precedentes que lograría aunar bajo una plataforma común ÔÇôque no una única aplicaciónÔÇô a un enorme volumen de usuarios.
Lo revela hoy The New York Times, que describe esta acción como impulsada de manera principal por el propio Mark Zuckerberg y que, como se mencionaba, no significará la fusión de las tres aplicaciones, continuado estas operando como servicios individuales.
En su lugar, lo que se pretende es crear una infraestructura común para que los usuarios de todas ellas puedan conectar entre sí sin necesidad de estar registrados en las tres, permitiendo enviar mensajes de un servicio a otro.
Una tarea ingente por delante
Unir a estas aplicaciones, pese a ser todas propiedad de Facebook, es una tarea compleja y que requerirá algún tiempo, según han contando varias fuentes al citado medio.
Requerirá que “miles de empleados de Facebook reconfiguran cómo funciona WhatsApp, Instagram y Facebook Messenger en sus niveles más básicos”, no esperándose que todo ello entre en efecto hasta, al menos, finales de año.
Además, una de las características que permitirá este movimiento es la de establecer mensajes cifrados de extremo a extremo entre los tres servicios de mensajería, una función que a día de hoy solo se encuentra habilitada en WhatsApp.
Facebook, opaca respecto a la concreción de sus planes por el momento, ha comunicado que se encuentran “trabajando para que nuestros productos de mensajería estén más encriptados y considerando formas de hacer que sea más fácil comunicarse con amigos y familiares a través de las redes”.
Los detalles específicos acerca de cómo se terminará por realizar esta integración, así como las posibles implicaciones que pueda tener para los millones de usuarios de los servicios es algo que todavía queda por dilucidar.
Facebook ofrece, Facebook provee
El objetivo final bajo esta fusión parece claro: afianzar a los usuarios dentro de los servicios de una Facebook que se ve amenazada a sí misma con el exponencial crecimiento de las otras dos.
De igual manera, esta integración podría suponer también una mejora de las perspectivas de rentabilización bajo nuevos formatos de publicidad o otros servicios que permitan ingresar dinero a las arcas de la compañía.
La oposición al movimiento parece haber sido manifiesta también por varios de los empleados de Instagram y WhatsApp tras un año en el que ambos servicios, adquiridos en diferentes momentos por Facebook, se han quedado sin sus fundadores tras haber abandonado estos la empresa por desacuerdos con Zuckerberg.
Varios empleados de la segunda también planean abandonar la compañía como consecuencia de estas decisiones.
Con información de Hipertextual