Dexametasona curaría el Covid-19, afirma estudio
Dexametasona curaría el Covid-19, afirma estudio

Dexametasona curaría el Covid-19, afirma un estudio de la Universidad de Oxford, en Inglaterra, divulgado hoy.

Esto podría salvar miles de vidas de pacientes que se encuentran graves, ya que es un medicamento barato y de fácil acceso en todo el mundo.

El Recovery Trial es un gran ensayo clínico en el Reino Unido que investiga posibles tratamientos contra el Covid-19.

Sus dos principales investigadores anunciaron a los periodistas en una conferencia de prensa virtual que se encontró que un régimen de dosis bajas de dexametasona durante diez días reduce el riesgo de muerte en un tercio entre los pacientes hospitalizados del ensayo que requerían ventilación.

“Este es un resultado completamente convincente. Si uno mira a los pacientes que no necesitaban ventiladores pero que recibían oxígeno, también hubo una reducción significativa del riesgo de aproximadamente un quinto”, dijeron.

En contraparte, esta medicina sólo serviría para pacientes en estado grave, pues no se vieron beneficios en aquellos con Covid-19 cuyos pulmones funcionaban lo suficientemente bien, no tomaban oxígeno ni respiradores”.

PODRÍA INTERESARTE: Tensión en la península de Corea tras explosión de oficina de enlace

Dexametasona curaría el Covid-19; ¿qué es?

La dexametasona es un corticosteroide, es similar a una hormona natural producida por las glándulas suprarrenales.

Generalmente se usa para reemplazar este producto químico cuando el cuerpo no fabrica suficiente.

Alivia la inflamación (hinchazón, calor, enrojecimiento y dolor) y se usa para tratar ciertas formas de artritis; trastornos de la piel, la sangre, el riñón, los ojos, la tiroides y los intestinos (por ejemplo, colitis); alergias severas; y asma.

También se usa para ciertos tipos de cáncer.

El fármaco había sido desechado como opción terapéutica por la Organización Mundial de la Salud (OMS) a principios de la pandemia, por no mostrar eficacia contra los coronavirus antecesores -MERS y SARS- y por apuntar que podía elevar la carga viral de los pacientes.

Pese a esto, los médicos asumieron el riesgo y empezaron a implementarlo desde finales de marzo y principios de abril en los protocolos terapéuticos en los pacientes más graves.

“Entonces, ya observamos los buenos resultados”, aseguró Patricia Fanlo, coordinadora del Grupo de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas (GEAS) de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).

Con información de El Universal