CDMX.- El afecto que vecinos y comerciantes le tienen a este peludo de cuatro patas que deambula en inmediaciones del zócalo de la ciudad de Oaxaca, los llevó a bautizarlo con el nombre de “Mazapán”.
Mazapán no es solo un perro callejero, pues además de juguetón y amigable, también acompaña a los protagonistas de la protesta social en sus marchas, a los maratonistas al cruzar la meta y a los recién casados saliendo del templo de Santo Domingo de Guzmán.
Es un estupendo bailarín durante las festividades tradicionales que no se espanta con los fuegos artificiales ni la quema de los “toritos”. A este can peludo le gustan los bailes de Guelaguetza de Oaxaca, conocidos como calendas.
Los vecinos de la zona están pidiendo que “Mazapán” sea considerado patrimonio cultural de Oaxaca, ya que ayudaría a una reducción importante de perros callejeros que lamentablemente sufren día a día, y así dar un ejemplo a los demás lugar y estados del país.