QUINTANA ROO.- Tras ocho meses alejada de sus hijos para evitar ponerlos en riesgo, la doctora Alejandra García Sánchez, especialista en medicina familiar y que desde abril fue designada al aérea de atención Covid-19 en el Hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social Número (IMSS), unidad Tres, en Cancún, asegura que los médicos y en especial ella se sienten frustrados por la indolencia de la gente.
Tanto ella como su esposo, el nefrólogo Jorge González, que está en el primer frente de batalla contra el Covid en el IMSS, Hospital de Especialidades en la unidad 17, se enfrentan diariamente a el reto de atender a los pacientes que son ingresados con el virus.
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Desde que fueron asignados, cada uno en hospitales diferentes del IMSS, tomaron la difícil decisión de salvaguardar la salud de sus dos hijos: una pequeña de cuatro años y un niño de 11 años de edad.
Ambos quedaron al cuidado de su abuelita materna, quien también estaría en situación de vulnerabilidad luego de superar tiempo atrás el cáncer de mama y ser hipertensa.
Tanto la doctora Alejandra como su esposo Jorge decidieron entonces irse a vivir a una pequeña casa, en donde no arriesguen la salud de sus seres amados.
Todos los días, después de sus arduas y desgastantes jornadas de trabajo, de asearse y tomar todas las medidas que como médicos saben que deben de cumplir, van a la casa en donde están sus dos hijos, y a dos metros de distancia, “conviven” y se ponen el día.
Para ambos, este 2020 ha sido un año desastroso por las difíciles situaciones de vida que les ha tocado enfrentar, pero en especial porque han tenido que renunciar a la vida junto a sus hijos y sus seres queridos con el único afán de evitar que se contagien de Covid-19.
Para este 24 de diciembre, y en general las fechas decembrinas, dijo que tendrán que festejar “de lejecitos” con sus hijos, sin poderlos abrazar, convivir, arropar a la hora de dormir.
A más de ocho meses de dar todos los días la batalla en la primera línea de atención, la especialista y madre de familia asegura que los doctores se sienten frustrados de ver cómo la gente hace caso omiso a las recomendaciones para evitar contagiarse de Covid-19, negarse a utilizar cubrebocas, a cumplir los protocolos de salud e higiene.
Segunda vuelta
La doctora García Sánchez afirma que la primera etapa de contagios fue principalmente entre la población de 34 a 39 años de edad.
Ahora, en la segunda ola que inició la primera semana de diciembre, los contagios de Covid-19 son entre jóvenes con edad promedio de 25 años.
Si bien considera que los médicos son “los soldados que tienen que ir al frente en esta batalla” contra la pandemia, también cree que es injusto que los ciudadanos no colaboren para lograr controlar los índices de incidencia en esta nueva etapa.
La especialista pone sus esperanzas en la llegada de la vacuna y que pronto, o al menos en el segundo semestre del año, logren reunirse nuevamente con su familia, en su hogar.
Con información de Elisa Rodríguez