Del escritorio

Por: Juan f. Castañeda
Correo: jfcastaneda9@hotmail.com

Pasado el impacto inicial, queda demostrado que el presidente Andrés Manuel López Obrador no ha perdido un milímetro de confianza de los que votaron por él.

La encuesta del Grupo de Economistas y Asociados (GEA) informa que el Presidente arranca con 57% de la aprobación ciudadana y optimismo en el futuro, pero también muestra que existen dudas para poner fin a la corrupción, a la inseguridad y se perdió el apoyo de los inversionistas.

Confiar el futuro a lo que dicen las encuestas es una receta para el desastre.

De momento hay gran tensión, hay dudas de lo que está(n) haciendo.

No todos lo están entendiendo.

Nunca esperé, seguramente nadie, que el 1 de diciembre se acabara la corrupción, bajara la gasolina, aumentara el salario mínimo, que se acabaran los robos, asesinatos, secuestros, huachicoleros, despidos, marchas, pleitos legislativos, que fuéramos honestos y muchas cosas más.

No es que haya malas noticias para el mandatario, pero la verdad tiene sus límites.

El presidente López Obrador admite textualmente:

“Considerando la última semana del pasado Gobierno con la primera semana nuestra, hay una disminución en delitos que se denuncianÔǪ Nunca vamos a estar echando las campanas al vuelo, no vamos a actuar de manera triunfalista, porque además apenas estamos estableciendo el nuevo sistema para la seguridad públicaÔǪ”.

En esa misma semana leo, entre otras cosas: “Crecen en Guerrero los grupos armados, 22 agrupaciones operan en el territorio, uno de ellos cuenta con siete mil elementosÔǪ En Ciudad Juárez, asesinan a ex diputado del PANÔǪ Ola de violencia deja 66 víctimas en Jalisco, Morelos, Guerrero, Zacatecas, Oaxaca, Nuevo León, Tamaulipas y Quintana RooÔǪSuspenden clases en Guerrero por extorsiones a maestrosÔǪ Desaparece estudianteÔǪ Siguen feminicidiosÔǪ”.

El presidente López Obrador ha entrado en el terreno de lo posible, pero las decisiones sobre proyectos empresariales y gubernamentales considerados fallidos no han tenido todo el respaldo.

Es más, se ha topado con la indisciplina de algunos que quieren acaparar temas, que se contradicen y provocan una gran tensión y presión.

Con amigos como éstos, quién necesita enemigos.

Comprometida está la credibilidad del Presidente.

Es la hora que pase de las palabras a los hechos sin cruzar la delgada línea roja de la legalidad, y para ello debe sentir y tener el apoyo de la ley.

Es el momento de actuar, y no de mirar hacia otro lado.

Milonga: le comenté de la llegada del “nuevo sindicalismo”, y la CTM reviró que no se les puede quitar de un plumazo. Pues ya lo hizo la Conferencia Internacional Sindical, que expulsó a la CTM y la CROC por no defender los derechos de los trabajadores.

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