Megaescultura, elefante blanco sobre la bahía de Chetumal

Por Geovanny Zapata

CHETUMAL.- Hace 15 años, en el sexenio comprendido entre 1999-2005 inició la construcción de la Megaescultura o Museo del Mestizaje, como actualmente se le conoce, pero su inauguración sigue guardada en el congelador.

En aquél tiempo se anunció la magna obra del artista plástico Enrique Carbajal, más conocido con el nombre de Sebastián, con una inversión inicial de 60 millones de pesos. La edificación comenzó en 2004 sobre una isla artificial ubicada en la Bahía de Chetumal.

En ese entonces la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma) informó que no habría impacto ambiental negativo para la zona considerada Santuario del Manatí.

Sin embargo, el Boulevard Bahía de Chetumal fue decretado en 1996 Santuario del Manatí, por lo que es una zona protegida bajo la jurisdicción estatal.

La creación del escultor Sebastián tiene 50 metros de altura, con una estructura de hierro y concreto postrado sobre un islote artificial, con un puente que conecta al boulevard con la escultura.

El proyecto en su interior albergaría un museo, acuario, planetario, restaurante-mirador, sala de fiestas y un área comercial y de exposiciones, además de elevadores y un mirador principal a 50 metros de altura para contemplar la bahía y la ciudad de Chetumal.

La administración gubernamental de ese entonces no dio a conocer el costo total de la obra, pero estimó que serían unos 82 millones de pesos y que estaría culminada antes de terminar su mandato, el 5 de abril de 2005, algo que jamás pasó, pues en su mandato se invirtieron 120 millones de pesos y al final de su sexenio el trabajo quedó a medias.

VILIPENDIO

En el sexenio 2005-2011 la estructura ya contaba con una inversión de 120 millones de pesos y a simple vista se encontraba a medias.

Por lo que el gobernador en ese entonces informó de la financiación de 34 millones de pesos más para su culminación, pero que no mostro avance significativo y terminó quedando en el abandono.

Tras la apatía de los funcionarios de entonces, la escultura pasó de ser un icónico proyecto para beneficiar al sur del estado, a convertirse en un gran “elefante blanco” símbolo de la corrupción.

Al pasar de los años y continuar como obra negra, los chetumaleños notaron el derroche desmedido de la escultura llamándola vulgarmente en la zona como la “megabasura”, el “megafraude”.

Para la administración del 20112016 el entonces líder del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, realizaba una gira de trabajo por la ciudad de Chetumal.

En su recorrido el 10 de enero del 2013, se tomó una foto al pie de la escultura y la subió a su cuenta de Twitter, acompañada del siguiente texto: “En Chetumal, antes de la asamblea, visité un monumento faraónico inconcluso que simboliza la corrupción priista”.

Días después, se llevó a cabo el tercer informe del gobierno del estado en el Centro Internacional de Negocios y Convenciones de Chetumal, donde se anunció el rescate de la construcción.

A estas alturas, la Megaescultura contaba ya con 10 años en el abandono y una inversión cercana a los 160 millones de pesos.

Fue hasta noviembre del 2015 que se iniciaron los trabajos para el “rescate” de la figura, que fue rebautizada como el Museo del Mestizaje al que se destinó 100 millones de pesos más.

El gobierno federal destinó en su presupuesto un monto de 100 millones de pesos para esta creación que originalmente fue proyectada como una escultura de grandes dimensiones.

Ese monto fue para infraestructura y no para el nuevo museo contemplado, por lo que su adecuación en ese entonces requeriría de otras gestiones posteriores.

Al culminar el mandato en 2016 los trabajos mostraban ya un adelanto significativo, pero aún así quedó inconclusa con un gasto que alcanzaba los 250 millones de pesos.

DEMANDA DE ENRIQUE CARBAJAL

El artista plástico Enrique Carbajal demandó al gobierno del estado de Quintana Roo ÔêÆa cargo ya del actual gobernador ÔêÆ, reclamando el 30% del costo total de la Megaescultura, debido a que su obra perdió prestigio al realizarse cambios al proyecto original.

Ya contaba con una inversión que oscilaba en los 250 millones de pesos, lo que obligaba al gobierno del estado a desembolsar 76 millones de pesos.

Ante esta problemática se analizó la posibilidad de realizar modificaciones al recién concluido Museo del Mestizaje en Chetumal para evitar una demanda legal, aunque la Secretaría de Turismo estatal afirmó que la obra pertenece al estado por completo pese a algunos pagos pendientes.

En este periodo sexenal se invirtió en el elefante blanco, con la intención de inaugurarlo de una vez por todas. En junio del 2018, el mandatario inauguró el monumento con bombos y platillos realizando la proyección de un video de 10 minutos sobre la fachada, dicho videomapping tuvo un costo de 400 mil pesos.

Se habilitó la cafetería, salas para exposiciones, así como un elevador que lleva hasta la parte más alta de la estructura. En su tiempo la Sectur anunció que para las proyecciones restantes se requiere de equipo nuevo y varios millones más.

Hoy en día, la Megaescultura permanece cerrada al público sin saber a ciencia cierta cuándo será inaugurada de manera oficial, por lo que la obra tentativamente seguirá en el limbo por tiempo indefinido.