Woody Allen publicó recientemente su autobiografía “A propósito de nada”, en la que comparte con singular humor sus polémicas memorias.
Se dice que está llena de confesiones en la que el humor y la realidad se mezclan de una manera magistral.
En ella se puede dar un vistazo a la vida del cineasta y a confesiones que te harán conocer de forma más personal al polémico artista.
Allen expresa que debido a su falta de formación intelectual comenzó a leer para no parecer ignorante delante de las mujeres. Esto se convirtió, con el tiempo, en la llave de su creatividad.
En varias entrevistas ha expresado:
“Leía a novelistas, poetas y filósofos, Faulkner y Kafka me costaron y lo pasé peor con Eliot y por supuesto con Joyce, pero Hemingway y Camus me gustaron mucho porque eran sencillos y me hacían sentir”.
“Leía indiscriminadamente y seguía teniendo grandes lagunas en mi conocimiento, pero empecé a escuchar música clásica, además de jazz, visitaba cada día más museos y me educaba lo mejor que podía, no para obtener un título universitario ni por ninguna aspiración noble, sino para no parecer un asno delante de las mujeres que me gustaban”.
En este compendio de experiencias podemos observar su pasión por el béisbol y Bob Hope, su afición a la magia y a todo aquello que le ayude a escapar de la realidad, talento con el humor y sus primeros pasos en el cine, antes escribió teatro.
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Woody Allen publica su autobiografía
El cineasta habla también sobre sus inicios como creador de monólogos, de cómo le engañaban algunos productores, sus fracasos y su agitada vida sentimental, señala Gentleman México.
Describe que en este compendio de vivencias, Woody cuenta que dejó de leer las críticas: las buenas y las malas, para no confundirse. En su relación con Mía Farrow pasa al ataque, le acusa de agredir a su esposa Soon-Yi.
Respecto a las acusaciones que ha recibido se lamenta:
“Yo sabía que la verdad estaba de mi lado, pero ahora me doy cuenta de que eso no es garantía de nada”.
También reconoce su amor por Soon-Yi, que al contrario de otras parejas no viene del showbusiness.
Allen también hace frente a las acusaciones de las que ha sido objeto, proclama su amor y respeto por las mujeres, pero también se queja del acoso de “la policia de lo adecuado”, como le ha llamado, y que considera afecta al mundo de la creatividad y los artistas.
Niega cualquier situación de abuso con su hija Dylan y subraya su amor por SoonÔÇôYi, se mantiene fiel a algunas musas, como Diane Keaton, que le deslumbró desde el primer día de casting, aunque “vestía con imaginación algo excéntrica, como si su personal shopper fuera Buñuel” y otras más recientes como Scarlett Johansson o Ema Stone, describe Gentleman México.
Cine, amor, humor, situaciones confusas, y una ciudad como inspiración, Woody Allen en estado puro. Después de una obra admirable, con cinco premios Oscar, premio Príncipe de Asturias, y maestro de grandes cineastas de la comedia, con obras como Manhattan, Rosa Púrpura del Cairo, Match Point, Annie Hall o Maridos y mujeres, confiesa que la posteridad le importa un bledo.
“Más que vivir en los corazones y en las mentes del público, prefiero vivir en mi casa”.
Su vida es mezcla de realidad, sueño y fantasía que en sus palabras siempre tienen un acento de comedia y de humor inevitable, como él mismo señala, “yo no quiero realidad, quiero magia”.
Con información de Excélsior.