La pandemia deja vulnerables a niños
La pandemia deja vulnerables a niños

Ausentismo en escuelas, rezago educativo, violencia familiar y orfandad, es el contexto que enmarca este Día del Niño, a más de un año de la pandemia de coronavirus.

Son cerca de 9 mil estudiantes de educación básica los que han abandonado sus estudios en Quintana Roo, hasta inicios de 2021. Son niños y adolescentes que tendrán menos posibilidades de desarrollo profesional.

El tránsito de las clases al mundo de lo virtual impidió que las escuelas fueran focos de infección masiva; sin embargo, develó una inequidad, pues no todos los estudiantes cuentan con internet, ni apoyo en casa para repasar sus estudios y cumplir con tareas.

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De acuerdo con un estudio reciente del Centro Integral de Atención a las Mujeres (CIAM) Cancún, el 28.6% de infantes dejaron de acudir a la primaria, mientras que la deserción escolar en secundaria fue de 20.6%.

Pero no solo eso, pues los menores ahora son testigos, incluso víctimas, de un aumento de violencia familiar.

Otro punto a destacar es la orfandad de niños y niñas, a quienes el coronavirus les arrebató a sus madres y padres. Hasta este jueves, la Secretaría de Salud reportaba más de 2 mil 600 defunciones acumuladas en la entidad, la gran mayoría adultos, muchos cabezas de familia.

En 2020, el CIAM atendió a 102 personas externas y participantes de sus programas, a través de 265 servicios de atención psicológica.

Esta cifra se ha visto superada en 2021, pues tienen el registro de 106 personas atendidas, con 173 servicios de
apoyo emocional en los casi tres meses que van de 2021.

Más abusos contra las mujeres

Alejandra Magaña, encargada del área de acompañamiento emocional del CIAM, explicó que durante la pandemia, de todas las personas atendidas, el 80% fueron mujeres. Los casos recibidos, detalló, fueron por diversos tipos de violencia, entre ellas, el abuso sexual, violencia indirecta ocasionada por la separación de su padre y madre, además de violencia económica, estrés, depresión, intentos y pensamientos suicidas y el duelo por la pérdida de algún amigo o familiar que enfermó por Covid-19.