Aun no se ganó nada
Raúl Sarmiento, columnista del periódico 24 Horas Quintana Roo, el periódico líder del sureste

Una vez observados los distintos participantes de una extraña Copa América al parecer la final de este torneo será un encuentro entre Brasil y Argentina, tal y como lo pensaron los organizadores del certamen.

El sistema de competencia prácticamente está diseñado para que sea así, pero además en lo futbolístico, en lo mostrado en la cancha, los brasileños y argentinos son los mejores en la competencia y si el diablo no mete la cola, no veo como se pueda dar otra confrontación como final.

Brasil es sin duda el mejor, un equipo bien armado, con jugadores de buen nivel que tienen a Neymar como su gran estrella y que está enchufado jugando como lo que es, uno de los mejores futbolistas de la actualidad.

El astro del PSG parece decidido a festejar en su tierra, se le nota bien físicamente, con ese futbol lleno de picardía resolviendo bien ante el arco contrario, por momentos vuelve a incurrir en el error de querer engañar, lo cual es su único pero.

Esta acompañado en el liderazgo del equipo por Casemiro, quien le da solidez al equipo en medio campo y orden defensivo, así que Tite como técnico ya puede estar más tranquilo por el don de mando que tiene la figura del Real Madrid.

En tanto Argentina, tiene problemas de conjunto, no son tan fuertes en defensa y por momento se ven desorganizados en sus partidos, pero tienen a Messi y eso hace diferencia a su favor.

Mientras Messi siga así, los ches siempre estarán un paso adelante de sus rivales y si Scaloni se da cuenta lo que mejoró su equipo en organización con Guido Rodríguez en el centro del campo, tendrá otro punto de superioridad sobre sus rivales, esperando que Lautaro se prenda con el gol para aspirar con razones al título.

Los demás participantes se ven con muchos altibajos, sin el poder como para aspirar a ser más peligrosos y un real peligro para brasileños y argentinos, quizás Chile y Uruguay sean los que más puedan hacer, pero aún no dan ese golpe en la mesa para asegurar que pueden.

Uruguay luce muy poderoso con Luis Suárez y Cavani como pareja ofensiva, pero genera poco y sus goleadores están más metidos en la lucha y forcejeo de partido que en resolver dentro del área rival.

Mientras que Chile logra en la veteranía de sus jugadores de una gran generación su mejor fortaleza, Bravo, Medel, Vidal, Alexis, etc, logran con su calidad nivelar los juegos y llevarlos a donde pueden sacar ventaja, pero como ya ha sucedido muchas veces en este grupo, la indisciplina es un problema muy grave.

El torneo es largo, pero en verdad se ve difícil que algún equipo pueda meterse por encima de estos planteles mencionados, que incluso en forma individual sacan ventaja.

Veremos si el tiempo nos da la razón y vemos la final entre Brasil y Argentina, Neymar contra Messi o si por ahí Luis Suárez se mete con sus guerreros charrúas o si Vidal y sus veteranos compañeros le ponen cascabel al gato.

 

@raulsarmiento