Cerro Azul, un poblado de 500 habitantes ubicado al pie de las montañas Quiché, en Guatemala, vio llegar la desgracia con Eta y Iota, dos ciclones que en 2020 devastaron todo a su paso por Centroamérica.
Desastres naturales como estos se ven atizados por la crisis climática en la que el mundo se encuentra inmerso, y representan uno de los principales móviles del desplazamiento forzado al que, solo el año pasado, se sometieron más de 30 millones de personas, según el Centro de Monitoreo de Desplazamientos Internos (IDMC).
Lázaro vio con impotencia a su hijo de 17 años emprender el camino al norte cuando su aldea quedó bajo agua. Algunos más, como su hijo Óscar, no tuvieron otra opción que emigrar.
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Cambio climático, detonante de migración
Para Alex Guerra, director del Instituto de Investigación sobre Cambio Climático de Guatemala, los desastres por el calentamiento global son un creciente detonante de la migración irregular en la región, donde miles -sobre todo salvadoreños, guatemaltecos y hondureños-, parten cada año hacia Estados Unidos. “Huyen de la pobreza y la violencia, y el evento climático da el último empujón para que la gente decida migrar”.
En el discurso que permea las denuncias de activistas ambientales en el marco de la COP26, el calentamiento global responde a las necesidades de unos y afecta gravemente el modo de vida de quienes menos culpa tienen, otro ejemplo de esto es áfrica, el menor emisor de gases de efecto invernadero (GEI) del mundo, con cerca de 3%, y aún así es el continente más vulnerado por el cambio climático, atravesando por olas de calor extremas, lluvias torrenciales e inundaciones que ponen en jaque el bienestar humano y los ecosistemas.
Para acelerar el proceso de adaptación del continente ante estas problemáticas, Félix Tshisekedi, presidente de la República Democrática del Congo, y actual presidente de la Unión Africana (UA), demandó ante el pleno de la COP26 la cooperación de 25 mil millones de dólares por parte de los países desarrollados pues, en uno de los temas más ruidosos de la cumbre, los fondos que recibe la región corresponden a 6 mil millones al añoÔǪ “y no son suficientes”.
Aún transcurre la primer semana se la cumbre y al interior ya se pactan promesas como la de reducir en 30% -para 2030-, las emisiones de metano (CH4), a la que suscribieron más de 100 paísesÔǪ salvo China Rusia e India, que se encuentran dentro de los cinco mayores emisores de este GEI en el planeta.
CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS
FRASE
“Impedir que la sociedad civil vigile a los gobiernos y haga que rindan cuentas puede impactar en las comunidades, en primera línea de la crisis climática!
Teresa Anderson
Responsable de ActionAid International
COOPERACIÓN
25, 000
millones de dólares exigió la Unión Africana a Occidente
6, 000
millones recibió el año pasado en ayudas tras desastres
Información de 24 Horas México