Pros y contras del próximo incremento de tasas en Europa
Pros y contras del próximo incremento de tasas en Europa

El Banco Central Europeo (BCE) subirá el jueves sus tasas de interés por primera vez en 11 años, un plan con el que busca hacer frente a una imparable inflación que en junio marcó un nuevo récord a 8.6% anual.

Pros y contras del próximo incremento de tasas en Europa

Un freno para los prestatarios

Los bancos comerciales obtienen su liquidez o dinero del BCE. Al subir su tasa de refinanciamiento, una de sus tres tasas clave, el banco central cobrará más por esa liquidez. Y a causa del efecto dominó, los bancos trasladarán esas alzas a sus clientes.

La compra de una vivienda será más complicada: la subida de precios de inmuebles, que ya se nota desde hace varios meses, debería continuar.

Las empresas, que han tenido un fácil acceso al crédito en los últimos años, también deberían verse afectadas. Los bancos podrían rechazar por ejemplo los préstamos a proyectos arriesgados.

Sin embargo, los costos del financiamiento inmobiliario solo dependen en parte de las tasas de interés del BCE, porque están determinados por la oferta y la demanda o la solvencia del prestatario, apuntó Andreas Lipkow, analista de Comdirect.

Beneficios para ahorradores

Desde hace ocho años, el BCE aplica una tasa de interés negativa de 0.5% con la que no paga rentabilidad a los bancos cuando depositan el dinero en sus arcas, y por el contrario, las entidades financieras que quieren mantener los recursos depositados deben pagar intereses. Con esta herramienta, la entidad central buscó que el dinero fluyera a través de préstamos para que la gente comprara, invirtiera o prestara y estimular así la actividad económica y llevar la tasa de inflación al 2%, de acuerdo con su mandato.

El resultado fue que muchos prestamistas trasladaron ese pago a sus clientes en forma de «comisión de custodia» si el saldo de sus cuentas corrientes superaba una determinada cantidad. Ahora este cargo adicional desaparecerá.

Al igual que los prestatarios y las empresas, los gobiernos que se financian en los mercados saldrán perdiendo. Tras años de tasas de interés cero o negativas, la carga de la deuda aumentará, reduciendo el margen de maniobra presupuestario de los gobiernos, justo en un momento en que las medidas de apoyo al poder adquisitivo les cuestan miles de millones de euros.

Precaución para inversores

Durante años, los mercados de valores se han beneficiado de las bajas tasas y de la llegada de dinero de los principales bancos centrales. Frente a los bajos rendimientos de la deuda pública, los inversionistas fueron a buscar activos de riesgo, especialmente en la renta variable, y los mercados bursátiles se dispararon.

En las últimas semanas las bolsas mundiales se desplomaron a medida que los bancos centrales endurecían su control sobre la inflación.

Con información de AFP

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