Severas inundaciones devastaron el este montañoso de Kentucky, en Estados Unidos, donde las fuertes lluvias de la semana pasada han convertido en zona de desastre un área en donde ya habitaba la pobreza extrema. Decenas de víctimas mortales han sido encontradas, acorde con el pronóstico del gobernador, quien lamentó que el número de muertes confirmadas continúe creciendo con el pasar de los días.
Ante la catástrofe, el presidente Joe Biden emitió una declaración de desastre por las inundaciones, lo que permite que la ayuda federal complemente las operaciones de rescate y recuperación estatales y locales.
Hasta ahora han sido al menos 26 las personas halladas sin vida durante las labores de búsqueda que se desarrollan en zonas de complicado acceso; sin embargo, el gobernador del estado, Andy Beshear, había señalado que la cifra de muertos por las inundaciones aumentará aún más.
“Vamos a encontrar cuerpos durante semanas, muchos de ellos barridos cientos de metros, tal vez más de un cuarto de milla de donde se perdieron”, dijo Beshear a la cadena de televisión NBC.
Agregó que se abrieron unos 15 refugios en escuelas, iglesias y parques públicos, y que unos 18 mil hogares siguen sin electricidad, mientras que cientos carecen de suministro de agua potable.
Algunas áreas del estado informaron que registraron más de 200 milímetros de lluvia en un período de 24 horas; mientras que el Centro de Predicción del Tiempo del Servicio Meteorológico Nacional alertó ayer sobre la posibilidad de inundaciones en una franja de Estados Unidos, incluido el centro y el este de Kentucky.
Las inundaciones de Kentuck son el último de una serie de fenómenos meteorológicos extremos que, según los científicos, son una señal inequívoca del cambio climático.
Con información de 24 Horas Nacional
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