Un venado azul, un mundo, una adelita y “El grito”, son por ahora las obras exhibidas en Playa del Carmen, pero lo que llama la atención es que son hechas a base de colillas de cigarro.
Esto como parte del proyecto “Colillarte” creado por el artista plástico Jonathan Zúñiga, con la finalidad de crear una consciencia social colectiva que permita reducir la contaminación de este desecho en Caribe mexicano.
Crean arte a través de las colillas de cigarro
Y es que de acuerdo con un estudio de Ocean Conservany Corporación una sola colilla llega a contaminar hasta 50 litros de agua potable, al día millones son tiradas a las calles y playas de nuestro estado, problemática que busca contrarrestar este pintor a través del arte.
“Reducir la contaminación por colillas de cigarros, el objetivo primordial también de llevar un mensaje de conciencia hacia la humanidad de intentar darle una doble vida a nuestros residuos”, compartió el Zúñiga.
A punto de morir calcinado al dormirse en una cama con un cigarro encendido
Este proyecto eco artístico se basa en hacer cuadros con colillas de cigarro las cuales, son recolectadas por el joven de 38 años, así como en colaboración con autoridades de la zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat).
La idea está inspirada en el arte Huichol; el proceso resulta ser laborioso, el cual inicia con la recolección de este material.
“Me di cuenta de que colocándolos al sol por medio del sistema de foto degradación se les va el olor, después de eso las fui juntando por tamaños hasta quitarles el residuo del tabaco y después fui pintando la figura de cartón, las voy pegando con silicón una por una, luego una capa de sellador y después de pintar las colillas le ponemos un sellador de laca”.
Actualmente lleva 32 obras realizadas con un aproximado de 63 mil colillas, lo que es equivalente a evitar que se contaminaran 2 millones 670 mil litros de agua con estos cuadros; su última obra es una catrina, con la cual buscará utilizar 7 mil 500 colillas de cigarros.
Respirar en la CDMX equivale a 40 cigarros al día
Para hacer un cuadro tarda aproximadamente 15 días y aunque se dice fácil, no lo es; el talento y la creatividad de este joven, así como sus ganas de cuidar al planeta le han permitido traspasar fronteras pues su arte ha llegado hasta Alemania y Canadá.
“El trabajo requiere mucha paciencia porque es trabajo que se hace colilla por colilla tanto la limpieza como el colocarla la pintura, depende del tamaño. La idea es que más artistas puedan replicar este tipo de arte para evitar seguir contaminando con este tipo de residuos y llevar este mensaje de conciencia”, comentó.
Mediante este proyecto eco-artístico se busca crear una iniciativa en Quintana Roo donde se involucre la sociedad, los comercios, hoteles, empresas y gobierno para implementar colilleros y contenedores de residuos, para que la gente adopte el hábito y aprenda a separar sus residuos de manera correcta y responsable.
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