Durante la epidemia de Covid-19, la inclusión financiera retrocedió en México, según reveló un estudio realizado por Citibanamex con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.

Juan Luis Ordaz, director de Educación Financiera de Citibanamex, explicó que la inclusión financiera tiene dos vertientes: el acceso, pero también el uso de los productos y servicios financieros dispuestos por la banca. Y dado que durante la pandemia se cerraron comercios y se perdieron empleos, se observó un retroceso en la inclusión financiera.

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Para 2020 creció el número de estados con baja inclusión financiera y disminuyó la cifra de entidades con alta penetración de servicios de la banca.

Y aunque para 2021 se recuperaron los niveles de inclusión registrados hasta antes de la crisis sanitaria, se observó una heterogeneidad por producto y por región.

“Tuvimos con la pandemia, alrededor de dos años de atraso con la crisis económica en la inclusión financiera”, añadió Ordaz.

La inclusión financiera se refiere al nivel de penetración que tienen los productos y los servicios financieros que ofrece la banca, así como su nivel de uso en los estados y los municipios del país.

El índice clasifica cinco niveles la inclusión financiera: muy alta, alta, media, baja y muy baja, en función de variables que miden el acceso y el uso financiero de los servicios y productos que dispone la banca.

De las 14 variables consideradas, nueve de ellas aumentaron respecto a 2020, pero cinco retrocedieron. Los mayores aumentos se localizaron en contratos que utilizan banca móvil, seguidos por transacciones en Terminales Punto de Venta y transacciones en cajeros automáticos. En contraste, las caídas más pronunciadas se originaron en las cuentas transaccionales totales, sucursales y Terminales Punto de Venta.

Durante 2021, las entidades con muy alta inclusión financiera fueron Ciudad de México, Baja California Sur, Nuevo León y Quintana, las mismas que en 2020. Sin embargo, en 2018 y 2019 eran siete con alta inclusión.

Para Ordaz, uno de los principales obstáculos de la inclusión financiera se centra en la informalidad laboral que se registra en el país, pues cuando se cuenta con un trabajo formal, la persona se incluye financieramente a la banca.

Desaceleración amenaza ligeramente inclusión

Con la amenaza de una desaceleración mundial para el siguiente año se prevé un impacto en la inclusión financiera, pero en menor medida a lo observado durante la epidemia, indicó Guillermina Rodríguez Licea, subdirectora de estudios económicos de Citibanamex.

Dijo que hay una relación estrecha entre el crecimiento económico y la inclusión financiera en función de la demanda de consumo.

“Creemos que va haber una disminución de la actividad económica en Estados Unidos, pero ligera, y eso afectaría a nuestra economía durante el segundo semestre del año, y esto lleva consigo menor demanda de consumo y menor demanda de servicios financieros, pero no al nivel de 2020”, puntualizó.

Sin embargo, la economista estimó que la banca continuará abriendo más sucursales, corresponsales y terminales punto de venta.