El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, presentó por segunda vez una solución del viaducto elevado para sortear el suelo kárstico del Tramo 5 (Cancún-Tulum) del Tren Maya, la cual justo al inicio de este mismo año ya había sido cancelada por elevar los costos y suponer más tiempo para concluir los trabajos, esto durante su nueva gira de supervisión de los avances de obra en Quintana Roo.

Te puede interesar: El museo que expondrá hallazgos de Tren Maya, con avance de 45%

 

Este nuevo diseño elevado estará soportado por una estructura de pilotes que traspasarán el subsuelo kárstico de la selva hasta hundirlos a una profundidad de 25 metros, donde se encontró suelo firme que soportará la doble doble vía para un tren de carga y pasajeros, según se explica en un mensaje de 9 minutos difundido en la cuenta de Twitter del presidente, en donde se le ve acompañado por la gobernadora Mara Lezama Espinosa durante su parada en Tulum.

Esta solución de ingeniería, elaborada por la Secretaría de la Defensa Nacional, se presenta más de dos meses después de autorizadas las correspondientes Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA) del tramo 5 (norte y sur) por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
En las MIA del tramo 5, apenas se menciona sin mayor detalle que “la solución más segura para la cimentación desde el punto de vista ambiental será desarrollar un sistema de losa estructurada armada sobre un sistema de pilotes, de tal manera que las cargas se transfieran hasta los sustratos que no cuenten con posibilidades de desplazamiento o asentamiento, en caso de trabajar sólo a nivel superficial.

Puedes leer: Abrirá Tren Maya el esplendor del pasado

“Este sistema debe ser armado y estructurado desde la superficie, de manera que se transmita la carga hacia el estrato de mayor firmeza y que tenga menor riesgo de colapso por las características kársticas del terreno”.

En los dos documentos palomeados por Semarnat, no se especifica nada sobre las dimensiones de los pilotes ni la profundidad a la que se perforarán éstos, ni mucho menos se mencionan las cuatro estructuras de viaducto elevado que tendrán en conjunto una longitud de 70 kilómetros, según lo presentado apenas este fin de semana por el presidente y funcionarios de la Sedena.

Es decir, al momento de que fue autorizado el tramo 5 esta solución apenas estaba en proceso de elaboración, por lo que Semarnat no pudo valorar el riesgo ni los impactos ambientales del proyecto, lo cual viola el precepto precautorio de la evaluación ambiental, es decir, anticiparse al daño que un proyecto de esta magnitud pueda representar para el entorno, según lo denunciado durante meses mediante varios amparos múltiples asociaciones ambientalista.

Al no existir los estudios necesarios, las autorizaciones de los tramos 5 norte y sur emitidas por Semarnat le conceden a la promovente, es decir, al Fondo Nacional de Fomento Nacional y Fomento al Turismo, tres meses para que presente los estudios geológicos y de mecánica de suelo, entre otros, para sustentar el trazo sobre un suelo kárstico con elevado riesgo de colapso.