Menores aprenden a vivir con VIH

Un total de 60 familias, madres y padres solteras y sobre todo a los pequeños portadores del VIH, quienes desde que nacen enfrentan un difícil reto, son atendidos por Aprendiendo a Vivir con VIH Sida, que ayudar a la gente con el virus a defenderse y contar con una mejor calidad de vida.

Según dio a conocer Alejandra Hernández Lara, directora de la agrupación, las familias acceden a un programa que les orienta con diferentes servicios de salud, terapia psicológica y capacitación para sobrellevar esta situación de la mejor manera.

“Actualmente, contamos con 60 familias, en los que tenemos más de 100 niños que son hijos de mamás con VIH”, destacó Hernández Lara.

Explicó que atienden a los infantes que canalizan de otras instituciones, además de que tienen otros menores a los que les dan seguimiento: “seguimos atendiendo a los que les  hicieron seroconversión y ya no son VIH, salían como reactivos, porque tenían anticuerpos de la madre, y posteriormente a los dos años eliminan esos anticuerpos y se reportan como no reactivos, es decir que nunca el virus atravesó la placenta”.

Cabe recordar que en inmunología y medicina, se denomina seroconversión a la aparición de anticuerpos contra una determinada enfermedad infecciosa.

La entrevistada recalcó que quienes se hacer cargo de estos niños no son únicamente mujeres, pues hay varios padres solos o viudos que enfrentan esta enfermedad con fortaleza.

“No todas son mujeres, tenemos papás solos con niños con VIH, los que ya no tienen a su esposa, que se fue o falleció y ahí están luchando con sus hijos. Estos hombres nuevos son muy fuertes, los hemos levantado de sus fases terminales”.

Destacó que para estas familias vulnerables es muy importante brindarles un apoyo nutricional, por lo que hacen equipo con benefactores y dependencias como el Sistema DIF para abrindarle la alimentación que requieren.

“Cuando requieren apoyo nutricional, hay gente de la comunidad que dona despensas y hacemos equipo con DIF para reforzar o fortalecer ese programa de nutrición y atención al paciente, esto con el objetivo de que la persona salga adelante en tres meses, a lo que llamamos la indetectabilidad”, expresó.

Y es que es importante destacar que  indetectabilidad se logra en tres meses, si hay un buen apoyo nutricional y con la medicina retroviral que es gratuita, en todas las instituciones del sistema de salud.

“Si una embarazada se atiende y la apoyamos entre todos, ella en tres meses va a seguir sana, es un trabajo muy fuerte y muy humano el que se realiza”, explicó.

“Esto es una acción de todos, tanto del voluntariado, de psicólogos y personas que salen a comunidades a realizar la detección oportuna e instituciones como DIF que nos apoyan”.

 

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