Después de meses de una estricta política de cero Covid en China, la reapertura de su economía –que figura entre las principales a nivel mundial– podría incidir en la inflación mundial. El dilema para los especialistas gira en torno a riesgos al alza y a la baja, dadas las presiones que pudiesen provocar o no en el transcurso de su reactivación económica.

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Los riesgos al alza se centran en que una repentina apertura de la economía china, implicará una mayor demanda de materias primas a nivel mundial, incidiendo en una posible subida de precios internacionales dado el tamaño y la capacidad productiva del país asiático.

“Esto va a implicar una demanda de todo tipo de bienes, incluyendo energético e insumos, y pues por ese lado sí pudiera haber, no las presiones que se observaron el año pasado o a finales del 2021, pero sí un elemento adicional que le va a poner algo de ruido a las expectativas generales de inflación”, señaló James Salazar, subdirector de Análisis Económico en CI Banco.

(La reapertura de la economía en China) “es uno de los riesgos para la inflación este año, porque había mantenido una política estricta en contra del Covid desde que estalló; tres años después, ya eliminó esta política de cero Covid. Ahora lo que se está estimando es que la actividad económica en China, ya que no se van a implementar cierres, pues que se reactive de manera acelerada y esto es un riesgo por el lado de la demanda (de la inflación)”, añadió Janneth Quiroz, subdirectora de Análisis Económico en Monex.

Pero por la perspectiva de los riesgos a la baja a partir de la reactivación de la economía en China, apuntan a un alivio en las cadenas de suministros del país asiático, que ayudarían a generar menores presiones en la logística, coadyuvando a que los precios internacionales de las materias primas disminuyan o se mantengan estables.

“Creemos que esta reapertura, más que generar presiones adicionales, pueda aliviar algún tipo de presiones que ya estaban existentes a raíz de los confinamientos. La liberalización de la actividad, creemos que algunas cosas que estaban un poquito atoradas, puedan comenzar a relajarse y ayudar en ese sentido”, apuntó Jorge Sánchez, economista senior en Finamex Casa de Bolsa.

En ese mismo sentido, Juan Carlos Alderete, director ejecutivo de Análisis Económico y Financiero de Banorte, también se inclina por un balance más positivo que, además de incidir de manera favorable en la inflación, también impulsaría el crecimiento mundial ante los pronósticos de una recesión económica mundial.

“Es una noticia positiva del lado del crecimiento: tienes una situación en la que China probablemente le dé un impulso al alza en crecimiento económico”, dijo.

Sin embargo, Alderete reconoció que la apertura de China también implica un riesgo al alza sobre la inflación general.

“¿Cuál es el otro tema? Que precisamente China es una de las economías que más consume materias primas, y en particular, metales industriales: acero, aluminio, cobre, porque gran parte de su crecimiento también está dado de la mano de mayor construcción, de mayor desarrollo dentro de China. Entonces, el mercado también anticipa la posibilidad de que si tienes un mayor crecimiento chino, vas a tener también mayores presiones de materias primas y eso es importante sobre todo en este contexto en el que 2022, en particular, tuvimos un incremento muy fuerte en esos precios por el tema de la guerra en Ucrania, pero que a su vez alimentaron la inflación e hicieron que prácticamente todos los bancos centrales del mundo tuvieran que subir las tasas de interés para bajar la inflación”, puntualizó.

Desde inicios de 2020, el gobierno chino optó por una política de aislamiento, mediante la cual mantuvo a sus ciudadanos a confinamientos domiciliarios y estrictas medidas sanitarias de movilidad.

Las medidas del país asiático, también incluyeron una pausa en la actividad económica del país y el cierre de sus fronteras. Éste último aspecto afectó al comercio exterior, en la proveeduría de las cadenas globales de suministro, dado que China se caracteriza a nivel mundial por su vocación manufacturera.

Para finales de 2022 e inicios de 2023, las autoridades de China comenzaron a ceder en su estricta política tras movilizaciones sociales que se registraron en aquel país y que exigían poner fin a la medida de cero Covid que aún se mantenía a casi tres años del brote del virus.