Una de las comidas más conocidas de la gastronomía suiza a nivel mundial es sin duda el fondue, que como muchos otros términos del ámbito gastronómico, tiene su origen en la lengua francesa, y es que fondue proviene de la palabra gala ‘fondre’ que en castellano significa ‘fundir’.

La fondue se comenzó a elaborar con queso y de ahí fueron surgiendo más alternativas, entre las que destacan las de matiz dulce como son la del chocolate de cualquier variedad: negro, con leche o blanco.

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Para preparar una fondue de chocolate, hay ciertos consejos y trucos a tener en cuenta para obtener un resultado exitoso. El primero de ellos, se centra en la conveniencia de emplear una fondue, por lo que obtener una será de gran ayuda, sobre todo si vamos a darle un uso frecuente. Si, por el contrario, vamos a preparar una fondue de forma puntual, nos bastará con utilizar cualquier utensilio de casa apto para ponerlo al baño maría y servirlo en un recipiente de cerámica o de hierro fundido.

Es fundamental emplear materia prima de calidad, por lo que tendremos que partir de haber comprado un chocolate y nata montada buenos que, además, tendrán que estar a temperatura ambiente antes de su cocinado. Junto con estos dos ingredientes también se necesitan leche entera y mantequilla.

La técnica y pasos de cocinado variarán en función de si empleamos una fondue o si la preparamos al baño maría. Sea cual sea la forma elegida, habrá que prestar especial atención al proceso de fundición del chocolate, cuidando en todo momento de que no suba la temperatura más de lo debido y se queme el alimento.

Para una mejor textura y consistencia de nuestra fondue hay quien recomienda agregar un poco de dulce de leche a la mezcla. A quien le guste experimentar le invitamos, además, a cambiar la leche y/o la nata de la receta original por otras variedades de leche como de avena, de coco o de avellana.

También con ese mismo fin de darle un toque extra de sabor a la fondue de chocolate negro se pueden agregar otros matices, empleando especias (canela, cardamomo, cayena…) o cítricos (naranja o limón).

Una vez lograda una fondue de chocolate de sabor exquisito, tan importante como la ‘salsa’ son los alimentos que vamos a proponer para mojar. Y aquí también hay un mundo de posibilidades, dulces y saladas, aptas para todos los gustos.

La versión más saludable y que garantiza una experiencia repleta de contrastes es la fruta. Podemos preparar y cortar en trozos de bocado diversas variedades, siendo las más populares las fresas, los plátanos y la naranja, aunque también será un acierto contar con la manzana, el kiwi, las uvas u otros.

Para una experiencia realmente redonda no olvides ofrecer diversos crocantis en los que poder rebozar nuestra brocheta una vez untada.