ADRIAN TREJO

Aunque ayer se especuló que el deslinde de Cuauhtémoc Cárdenas del Colectivo México (o Mexicolectivo) fue causado por el berrinche presidencial de verlo entre los redactores del documento “Punto de Partida’’, no es así.

No fue el regaño, Cárdenas ya se había ido de la izquierda radical

Cárdenas está en una posición más allá de la bilis presidencial, como lo está también Porfirio Muñoz Ledo.
Pero, a diferencia del último, Cárdenas ha preferido mantener un perfil bajo, sin los reflectores de los medios encima.

Cárdenas ni siquiera hubiera tenido que ser involucrado en la redacción del documento Punto de Partida, un diagnóstico crítico sobre el estado del país, porque sus diferencias con López Obrador son públicas y ampliamente conocidas.

Ayer, en la misiva en la que precisa cuál fue su participación en el grupo y en la redacción del famoso documento, el exjefe candidato presidencial reitera su visión y posición sobre los retos que enfrenta México, diametralmente opuesto a lo que piensa y dice López Obrador.

“Creo firmemente que el debate fortalece nuestra vida democrática, que para resolver los principales problemas del país: la inseguridad y la violencia, el rezago económico, la desigualdad social, la desmedida concentración de la riqueza, los riesgos del cambio climático, etc., hace falta una amplia discusión de ideas y que mientras más opciones existan, mientras más coincidencias se den entre las alternativas que presenten los diferentes sectores de nuestro país -incluido el Gobierno-, mejores serán los caminos que se decidan para atender las distintas problemáticas”.

Esa ha sido su posición desde que comenzó la administración de López Obrador.

Y, aunque el deslinde el grupo Mexicolectivo, se quiera manejar como un “arrepentimiento’’ luego de que López Obrador lo llamó enemigo político, Cárdenas ya se había opuesto moralmente a la forma de Gobierno de su excompañero de lucha.

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Todo un sainete se armó ayer con la visita del presidente del PRI, Alejandro Moreno, a la docena de senadores del tricolor que realizaban su reunión plenaria previa al inicio del periodo ordinario de sesiones.

Moreno había sido invitado por varios senadores priistas pero no por el coordinador de la bancada, Miguel Ángel Osorio Chong quien, según precisó Manuel Añorve, vicecoordinador del grupo, sí estuvo enterado y aceptó la visita de Moreno.

Total, que en cuanto llegó el líder tricolor a la sesión, Osorio, su incondicional Nuvia Mayorga y Claudia Ruiz Massieu se pusieron de pie y abandonaron el salón.

El resto de los legisladores, entre ellos Beatriz Paredes, Carlos Aceves, Jorge Carlos Ramírez Marín, acuerparon a Moreno y escucharon lo que tenía que decirles.

Fue el propio Moreno quien decidió dejar la sesión para evitar que se suspendieran los trabajos de los priistas, eso sí, con el mensaje a Osorio Chong para que no combata a sus compañeros de partido, sino a Morena.

A ver si le entendió.

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Quien anduvo toda la tarde sonriente es el expresidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, luego de que la Corte declarara inconstitucional la llamada “Ley Nahle’’.

Dicha ley modificaba la Constitución veracruzana y eliminaba el requisito de haber nacido en el estado para ser candidato a gobernador, en una clara intención de allanarle el camino a la secretaria de Energía Rocío Nahle, de cuna zacatecana.

Gutiérrez Luna lleva años trabajando en la construcción de su candidatura, pero no es el preferido del gobernador (es un decir) Cuitláhuac García.

Como sea, al diputado le quitaron del camino una rival de peso.

Nahle, por su parte, se limitó a escribir en sus redes sociales un mensaje que decía “son tiempos de definiciones y época de zopilotes”.

¿A quién se refería?