El Gobierno de Colombia anunció que negociará con los rebeldes que se apartaron del pacto de paz que firmaron las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en 2016, unos 2 mil combatientes que continúan con la violencia que persiste tras el histórico pacto.

El presidente Gustavo Petro informó sobre el inicio de los diálogos de paz con la facción más grande de disidentes de la otrora guerrilla más poderosa de América. “Se establecerá una mesa entre el gobierno y el Estado Mayor Central”, escribió en Twitter el mandatario, poco después de que la Fiscalía levantara la órdenes de captura contra 19 cabecillas que fungirán como negociadores.

“Comienza un segundo proceso de Paz”, agregó Petro, que negocia desde finales del año pasado con rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN). En la mañana el fiscal general, Francisco Barbosa, accedió a un pedido del gobierno para suspender los requerimientos judiciales que pesaban sobre los ahora delegados de la guerrilla.

DISIDENTES

Según cálculos independientes, el EMC tiene más de 2 mil combatientes y la cifra va en aumento. El grueso de las FARC (7 mil guerrilleros) se desmovilizó en 2017.

Aunque el acuerdo mermó la violencia, los disidentes ganaron terreno en regiones apartadas donde el Estado tardó en llegar tras la firma del pacto.

En junio de 2021 un comando del EMC atentó con ráfagas de fusil contra el helicóptero en el que viajaba el entonces presidente, el conservador Iván Duque (2018-2022), cerca de la frontera con Venezuela.

Docenas de militares y civiles han muerto en los últimos años. Con la llamada política de “Paz Total”, Petro busca extinguir el conflicto interno de seis décadas. Sus delegados conversan en sedes rotativas como Caracas, Ciudad de México y próximamente La Habana.

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TREGUA

La fuerza pública y los disidentes de todas las facciones pactaron un cese al fuego de seis meses antes de Año Nuevo. Durante la tregua varios militares y combatientes de otros grupos armados fueron retenidos y posteriormente liberados por disidentes.

El gobierno acusa un puñado de violaciones al cese, al que no se adhirió el ELN. Las distintas facciones disidentes, los rebeldes del ELN y grupos narcotraficantes herederos del paramilitarismo siguen en disputa. El conflicto ha dejado más de nueve millones de víctimas, entre desplazados, desaparecidos y asesinados.