CARLOS RAMIREZ
La visita de la vicepresidenta Kamala Harris fue, así, un diálogo entre desiguales, pero con el detalle de que la Casa Blanca rebajó a México

México ha padecido un abandono político por parte de Estados Unidos desde la alternancia de 2000, sobre todo porque la Casa Blanca no supo definir una nueva relación estratégica con el Tratado de Libre Comercio y con el PRI neoliberal de Salinas de Gortari.

Guste o disguste, la estrategia de política exterior del presidente López Obrador se basa en los criterios de autonomía relativa, después del acotamiento del nacionalismo revolucionario y el nacionalismo defensivo del PRI populista.

La Comunidad de Inteligencia de la Casa Blanca no se ha preocupado por establecer una estrategia reflexionada de relaciones con México, a partir de una falta de deliberación histórica sobre la recomposición política del régimen mexicano. México firmó el Tratado que lo subordinó al sistema productivo estadounidense, pero siguió manteniendo autonomía política.

La correlación de fuerzas políticas estadounidenses está beneficiando a los sectores conservadores por el fracaso político de Clinton, Obama y Biden, en tanto que los republicanos encontraron el camino fácil abierto por Donald Trump de usar la crisis mexicana en seguridad, comercio y migración como un fantasma para asustar a una sociedad estadounidense que cada vez le cuesta más trabajo para obtener el confort a costa de los demás.

La estrategia del Encuentro Bicentenario de Biden no ha podido superar el modelo de la doctrina Negroponte que encontró en el Tratado la manera de desnacionalizar a México y someterlo a los intereses estadounidenses. En los hechos, el presidente López Obrador no encabeza una revolución nacionalista, sino que sólo quiere que los americanos no se metan a apoyar a sectores conservadores como la coalición Coparmex-Claudio Décimo González-PRIANREDE-INE-conservadores apartidistas porque esta vinculación está afectando el ambiente político mexicano rumbo al 2024.

Zona Zero

  • Por donde quiera que se le vea, el problema del fentanilo es de Estados Unidos: 100 mil muertos anuales por sobredosis de droga, más de 80% por consumo de fentanilo. En hipotético caso de que México logrará erradicar al 100% la producción y contrabando de fentanilo, las drogas seguirán llegando a EU porque existe un factor de atracción: el consumo de drogas, en mayor o menor medida, por parte de más de la mitad de la población estadounidense es el gran incentivo para el narcotráfico.

 

(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.

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