América Latina y el Caribe enfrentará un “difícil” año 2023, con una estimación de crecimiento económico de apenas 1% debido a las “incertidumbres” en el escenario global, advirtió este domingo el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

“En general, 2023 será difícil para América Latina y el Caribe, dada la complejidad del escenario global y sus importantes incertidumbres”, con un crecimiento de 1% si no surgen nuevas dificultades, dijo el BID en su Informe Macroeconómico 2023, presentado por su economista jefe, Eric Parrado, en la jornada final de la asamblea anual del organismo en Panamá.

“Por el lado del crecimiento económico específico de América Latina y el Caribe lo que estimamos para el 2023 es que el crecimiento esté en torno al 1% […], lo que para los desafíos de desarrollo de nuestros países es muy bajo”, dijo Parrado.

La proyección del BID es inferior al 1,8% de crecimiento pronosticado para la región este año por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y al 1,3% previsto por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de la ONU (CEPAL).

La asamblea del BID, que congregó a los responsables de finanzas de los países de la región, se realizó en medio de inquietudes tras la quiebra de tres bancos en Estados Unidos, entre ellos el Silicon Valley Bank, así como dificultades en el First Republic estadounidense y el suizo Credit Suisse.

El BID incluso contempla la posibilidad de crecimiento de 0% este año en la región. si hay algún “shock financiero”, indicó Parrado.

El sombrío Informe Macroeconómico fue presentado un día después de que el nuevo presidente del BID, el brasileño Ilan Goldfajn, afirmara que las perspectivas económicas de América Latina y el Caribe se ven ensombrecidas por “crisis superpuestas”.

Sin embargo, Goldfajn expresó este domingo su confianza en que el sistema bancario de la región no se verá afectado por las tempestades en bancos de Estados Unidos y Europa.

“Los sistemas financieros de la región están muy bien supervisados, regulados […], estamos en un paso más avanzado que el que teníamos en el pasado”, señaló en una rueda de prensa tras el cierre de la asamblea.

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– “Shock financiero” –

“Las perspectivas de crecimiento para la región en 2023 parecen menos prometedoras que el período de recuperación de 2021 y 2022. Esto podría aumentar el riesgo de que crezcan las brechas asociadas con el triple reto de la región de mejorar las condiciones sociales, fortalecer las cuentas fiscales y promover el crecimiento de largo plazo”, dice el informe del BID.

“Los países de América Latina y el Caribe se enfrentan a un año en el que puede que la demanda global esté deprimida —compensado parcialmente por la reapertura de China después de sus estrictos confinamientos relacionados con el covid— y a altos costos financieros” por el aumento de las tasas de interés, agrega.

Este panorama “despierta el grave espectro del deterioro de la pobreza y la desigualdad”, señala el informe, que prevé que en 2024 la región crecería 2%.

Parrado explicó que un “shock financiero” en América Latina y el Caribe “podría generar un crecimiento de 0%” este año.

“Tenemos el escenario base, que es el 1% para 2023, pero también tenemos un escenario más estresado, donde consideramos shocks reales o shocks financieros”, señaló Parrado.

“Y hoy día el shock financiero de alguna forma está asociado […] a la situación financiera de algunos bancos en Estados Unidos y algunos bancos en Europa”, agregó el economista jefe del BID.

Goldfajn dijo que en las deliberaciones a puertas cerradas hubo apoyo a su propuesta de evaluar la “efectividad” de los créditos que el organismo concede a las naciones latinoamericanas y caribeñas.

“Tenemos que estar seguros de que estamos haciendo lo mejor con cada dólar invertido”, expresó.