Luego de que la Secretaría de Medio Ambiente de Nuevo León detectó que la refinería de Cadereyta incrementó emisiones de contaminantes y ante el amago de una posible clausura por daños a la salud, Petróleos Mexicanos (Pemex) reconoció la situación, sin que represente riesgo para la población.
A través de un comunicado la noche de este domingo, Pemex explicó que, a las 13:09 horas de este domingo, llevó a “paro seguro” una de las plantas de la refinería de Cadereyta.
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“Este procedimiento, que se aplica de manera preventiva, generó —durante siete minutos— una columna de humo, cuyo contenido era 99 por ciento de vapor de agua y el 1 por ciento restante era remanente de hidrocarburo, lo que le dio coloración amarilla a la columna de vapor”.
Derivado de lo anterior, se revisó el monitoreo del Sistema Nacional de Información de la Calidad del Aire (SINAICA), cuyos registros de las 14:43 horas no presentaron cambios con respecto a valores que tenían antes de la emisión del vapor, lo que permite confirmar que el evento no representó ningún riesgo para la población”, indicó.
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Pemex señaló que, al momento, la refinería trabaja con toda normalidad, además que reiteró su compromiso con la seguridad de la población local, así como de sus trabajadoras, trabajadores y personal que atiende las instalaciones.
Previo al pronunciamiento de Pemex, Samuel García, gobernador de la entidad, indicó que habrá “sanciones fuertes” por el incidente.