“¿Viene a Ámsterdam para una noche loca? Manténgase alejado”. Es el mensaje lanzado por la capital neerlandesa contra el turismo de borrachera. La campaña quiere disuadir a los jóvenes británicos que planean fiestas llenas de alcohol y drogas de viajar a la ciudad.
Dueños de negocios y turistas la tachan de discriminatoria.
“Creo que en esta calle los británicos mantienen vivo el lugar, mantienen ocupadas a las damas, mantienen ocupados los bares, mantienen ocupados todos los negocios aquí. Así que diría que movemos gran parte de la economía aquí. Y no somos la única nacionalidad que viene por esta calle y causa problemas”, dice Kieran Deacon, peluquero en el Barrio Rojo.
“No todos somos iguales, sé que no tenemos una buena reputación, los británicos, pero hemos pasado unos días tranquilos y agradables. Así que creo que es un poco discriminatorio”, señala Steve Hislop, turista británico.
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Si bien la Venecia del norte atrae a unos 20 millones de turistas al año, durante mucho tiempo ha tratado de frenar el comportamiento escandaloso de las despedidas de soltero, especialmente cerca del famoso Barrio Rojo.
Los posibles clientes encontrarán ahora carteles diciendo: “Riesgos de comportamiento antisocial y uso excesivo de drogas y alcohol”.
Las posibles consecuencias: multas, arrestos, antecedentes penales y alguna que otra hospitalización.