Idalia
Huracán Idalia categoría 3 golpea la costa noroeste de Florida (Foto de Internet)

El huracán Idalia, catalogado como “extremadamente peligroso”, ha tocado tierra en la costa noroeste de Florida. Inicialmente, era un huracán de categoría 4, pero al momento de tocar tierra se había debilitado a categoría 2, con vientos de hasta 175 kilómetros por hora. A pesar del debilitamiento, se espera que cause una “crecida de las aguas catastrófica” y vientos destructivos en la región. 

Las autoridades meteorológicas han emitido órdenes de evacuación en 30 de los 67 condados de Florida, y más de 100,000 personas ya están sin electricidad en el estado. El huracán Idalia ya había causado graves daños en la provincia cubana de Pinar del Río antes de dirigirse hacia Estados Unidos. 

El huracán entró en Estados Unidos en una zona conocida como “Big Bend”, en la península de Florida. Esta área, que está compuesta por pequeñas aldeas de pesca y es escasamente poblada, se enfrenta a la amenaza de inundaciones debido a la subida de las aguas del océano, con alturas previstas entre 3.6 y 4.9 metros en las zonas costeras. 

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Los gobernadores de varios estados, incluyendo Florida, Georgia, Carolina del Sur y Carolina del Norte, han declarado el estado de emergencia en previsión del paso del huracán. Se espera que Idalia cruce la península de Florida y continúe hacia el noreste a través de las costas de otros estados. 

Las autoridades han advertido sobre la gravedad de la tormenta y han instado a la población a evacuar y tomar precauciones. Se anticipan daños en la infraestructura, como postes y cableado eléctrico derribados, árboles caídos e inundaciones. Se ha movilizado a personal de empresas eléctricas, la Guardia Nacional y el Servicio de Guardacostas para llevar a cabo labores de búsqueda, rescate y evaluación de daños. 

Las operaciones comerciales en aeropuertos de la zona han sido suspendidas, y se han cerrado escuelas y universidades en previsión del huracán. Las autoridades también han aconsejado a la población evitar salir a la calle durante la tormenta y tomar precauciones después de que esta haya pasado.