Al igual que el tradicional pozole, indicó, el maíz cacahuacintle es parte del patrimonio cultural y gastronómico de nuestro país desde hace cientos de años y se caracteriza porque sus granos se abren por sí solos como una flor y sueltan espuma al hervir.
De esta característica se origina el nombre del pozole, que deriva del náhuatl “pozolli” que significa espumoso, y que en algunos lugares se acompaña con lechuga, cebolla, rábanos, orégano, jugo de limón, chile y tostadas.
El cacahuacintle es una variedad muy particular por su forma, tamaño, textura, color y sabor. De esta propiedad se origina su importancia en la historia de nuestro país y la calificación a los mexicanos como “gente de maíz” porque esta variedad, de una u otra forma, ha estado presente en su cotidianidad, apuntó.
Por ello, refirió que México es afortunado de contar con los “Héroes de la alimentación” porque, a pesar de las condiciones adversas que se han enfrentado, ven con esperanza al campo para preparar la tierra, cultivar los alimentos y contribuir a llevarlos a la mesa de las familias mexicanas.
Aguascalientes, Guerrero, Puebla y Zacatecas son también entidades que aportan de manera significativa a la producción nacional de maíces pozoleros, apuntó.